La historia nos da ejemplos de cómo la libertad de los ciudadanos logra vencer a fuerzas externas. Grecia, con una forma de vida democrática pudo alejar el peligro de la máxima potencia del mundo, Persia, con las hazañas de los 300 espartanos y Filípides tras correr desde Maratón a Atenas y comunicar el triunfo ante los persas muere al cumplir su misión; luego, los cristianos con su fe y sacrificio personal lograron que Roma, el imperio más grande del mundo, reconozca su forma de vida. La Revolución Francesa se levanta en contra del autoritarismo y proclama la libertad, igualdad y fraternidad. La China comunista luego de su fracaso, adopta medidas de libre determinación para que su pueblo alcance una mayor producción, hoy Cuba, después de 62 años de revolución, comienza a dejar que su pueblo opte por la libre empresa en vez de una dirigida por el Estado, porque la solidaridad no genera producción sino subsistencia. Estos ejemplos nos enseñan que la verdadera revolución gravita en el esfuerzo y sacrificio personal que redunda en una mejor vida para nosotros y nuestros hijos. Debemos pedir al Gobierno mayor acucia y protección en el desarrollo de nuestras libertades.