Por reiteradas ocasiones he manifestado que, como persona ecuánime y amante de la verdad, siempre trato de hacer justicia, reconociendo y resaltando, públicamente, las buenas acciones y los hechos trascendentales que, de alguna manera, benefician a los ecuatorianos.
En esta oportunidad, quiero hacer público mi agradecimiento a la Casa de la Cultura Ecuatoriana y a su ejecutivo presidente, Lic. Raúl Pérez Torres, por haberse hecho eco de mis justos reclamos y auspiciar la publicación oportuna de una de mis tantas obras literarias dedicadas a los niños, quienes se deleitan y enriquecen con estas lecturas, contribuyendo con ello a la potenciación y fomento de la lectura, tan venida a menos en nuestra hermosa patria.
Se trata de mi decimoséptimo poemario “Ecos, voces y sonidos”, que acaba de salir a la luz y, consecuentemente, se está exhibiendo en la Feria Internacional del Libro.
Gracias, nuevamente, por este apoyo a la cultura que, como siempre lo he dicho, es una obligación de los entes públicos y privados y un derecho de los intelectuales, artistas y más personas que, en una u otra forma, coadyuvan al desarrollo y fomento de la cultura.