Por las molestias reiteradas que recibimos los ciudadanos ecuatorianos ante tanta publicidad política puesta de manifiesto en los distintos canales de televisión y radios, con nuestro silencio nos estamos convirtiendo en víctimas de acoso político psicológico hacia nosotros mismos sin dejarnos ninguna posibilidad de escapatoria para conciliar la tranquilidad y bienestar ciudadano en nuestros hogares. Nunca antes se había visto o escuchado tantas exposiciones políticas o publicidades, parecería que en el Ecuador estuviera todo solucionado.
Con este mal uso del dinero publicitario de un marketing elaborado y por supuesto calificado están haciendo de nosotros un verdadero cambio de ideas, por lo que todos nos sentimos llenos del coraje al observar y escuchar disparates políticos a cada instante por los excesos revolucionarios.