Situado en el noreste de Siria, el campo se encuentra entre la ruta de huida y las áreas controladas por el Estado Islámico (EI). Alrededor de 8 000 personas viven actualmente en este campo.
Desde que las Fuerzas Democráticas Sirias, apoyadas por una coalición internacional, lanzaron la ofensiva contra la ciudad de Raqa en noviembre de 2016 para tomar la zona controlada por el Estado Islámico, la población civil ha sufrido terribles afectaciones. Las personas desplazadas llegaron a Ain Issa, al norte de Raqa, un campo que se estableció en diciembre para recibir a las víctimas de esta ofensiva y de la del Gobierno sirio en el sur y al oeste de la gobernación de Alepo.
Raqa es considerada una zona asediada, lo que dificulta que las personas puedan huir de la ciudad. Naciones Unidas estima que casi 25 000 personas están atrapadas allí. Algunas personas lograron salir de la ciudad pagando a contrabandistas o arriesgando sus vidas atravesando campos minados. Algunos desplazados llegan a Ain Issa, otros están dispersos en pueblos al oeste de Raqa, o en algunas ciudades en el noreste de Siria. Ellos quieren volver a sus hogares tan pronto como las ofensivas terminen.
Para ayudar a la población, Médicos Sin Fronteras (MSF) creó unidades de estabilización médica y preparó ocho ambulancias cercanas a la línea de frente, con el fin de mejorar las posibilidades de supervivencia de las personas heridas en los combates y para remitir a los pacientes al hospital de Tal Abyad, donde hay atención de trauma y cirugía. La mayoría de los pacientes que está tratando en la unidad de estabilización son víctimas. Estas imágenes recorren el día a día de este campo, que se ha convertido en un punto de llegada para miles de sirios.
Campo de desplazados en Siria
El campo de Ain Issa es el hogar de familias internamente desplazadas que huyeron de la ciudad de Raqa. MSF presta servicios de vacunación a los niños recién llegados al campamento. Foto: MSF
El campo de desplazados de Ain Issa alberga a unas 8.000 personas. Allí un equipo de MSF también gestiona el suministro de agua y está proporcionando atención primaria de salud y estabilizando a los pacientes heridos antes de remitirlos al hospital de Kobane donde otro equipo de MSF está trabajando. Foto: Chris Huby
Muchos niños que salen de Raqa están atrasados en su programa de vacunación. La mayoría de los niños de 5 años o menos nunca han sido vacunados antes. MSF también apoya una clínica de atención primaria en el campo. Foto: MSF
En el campo de Ain Issa, Emilie, una médica francesa de MSF, examina a un bebé que tiene fiebre. Su madre es desplazada de Raqa. Foto: Chris Huby
Un joven sirio de Raqa acaba de tomar agua de un tanque de agua filtrado. Sistemas esenciales como los que proveen agua potable a menudo se dañan. Foto: Chris Huby
Una mujer siria de Raqa es tratada por una lesión en la cabeza. Foto: Chris Huby
MSF insta a todas las partes en conflicto en Siria y a sus aliados a que garanticen la protección de los civiles, incluidos los trabajadores sanitarios y sus pacientes, y las estructuras médicas. Foto: Chris Huby