Palabras como basorexia, ambigufobia, awumbuk, son palabras poco comunes que describen sentimientos. Foto: Pixabay
Te has dado cuenta que así como existen palabras que se relacionan con emociones como la tristeza, la sorpresa, el miedo o la ira, hay otras de las que no sabemos sus nombres. Tal es el caso de la sensación a dejar las cosas abiertas a la interpretación de otros o la necesidad repentina de besar a alguien.
La historiadora cultural Tiffany Watt Smith, ha recogido más de 150 términos en su libro ‘El libro de las emociones humanas’, que se refieren a las diferentes impresiones que sentimos, tanto las que ya conocemos como las que se derivan de los mismos como la ira, el asco o la alegría. Ahora te contamos como se les llama a algunas de estas vibraciones.
Has sentido la repentina necesidad de besar a alguien alguna vez y cuando lo has hecho te han preguntado por qué lo hiciste y respondiste con algo como: ‘es que solo me dieron ganas’. Pero en realidad, este ataque de besos se llama basorexia.
Eres de las personas que tiene la necesidad de explicar todo y cuando dejas algún tema abierto a la interpretación te vuelves loco pensando como volver a explicarlo y aclararlo, pues seguramente sufres de ambigufobia.
Awumbuk, no, no está mal escrito. Es el término que en Nueva Guinea se utiliza para referirse a la sensación de vacío que dejan las visitas en el hogar después de marcharse.
Si has llegado a tu casa, te has acostado y disfrutas del silencio y de no levantar ni un dedo, pues efectivamente sientes la relajación de ‘dolce far nientes’, es decir, el placer de no hacer nada. Pero si por otro lado, te has fijado como algunas personas buscan síntomas en Internet para saber si están enfermos de algo, a eso se le llama cibercondría, se relaciona a la ansiedad de investigar en la web sobre señales que se puedan relacionar a un malestar alimentado por la misma persona.
Si entramos a la tristeza; la sensación de no poder hacer nada más por una persona que nos estremece el corazón, pero que sabemos que ya no hay solución, se le llama ‘fago’. Por el contrario, las impresiones que sienten los padres por sus hijos llevan su propio nombre se denomina ‘Nakhes’, viene del idioma yidis y describe el orgullo paterno por los logros de sus herederos.
El emocionarse por la superación de problemas de los demás se llama ‘Ijirashii’, viene del japonés y según la autora del libro, es por ejemplo, “el sentimiento que podemos tener cuando vemos a un atleta llegando a la meta final contra todo pronóstico”.
Además, te han ofrecido ofertas de trabajo o favores monetarios y no has aceptado por temor a causar problemas, esa impresión también tiene su propio nombre y se llama ‘greng jai’’. Viene ligada a la palabra ‘oime’, un término que se refiere a la incomodidad de estar en deuda con alguien.
La que seguramente les ha sucedido a la gran mayoría es la ‘ringxiety’, se refiere a la sensación de sentir que el teléfono suena. Como estás, Smith ha creado un libro con cientos de términos para referirse correctamente a las diferentes emociones que sentimos a diario y no sabemos cómo llamarlas.