Una red de voluntarios en el tema de donaciones se armó en Quito

Una red de voluntarios acude en horas de la tarde al Bicentenario para organizar las donaciones que llegan al lugar. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Una red de voluntarios acude en horas de la tarde al Bicentenario para organizar las donaciones que llegan al lugar. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

Una red de voluntarios acude en horas de la tarde al Bicentenario para organizar las donaciones que llegan al lugar. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El panorama en el Centro de Convenciones Bicentenario ha cambiado. En el lugar se instaló el centro de acopio y despacho de donaciones para los damnificados del terremoto del sábado 16 de abril. La euforia de los primeros días se ha transformado en un trabajo ordenado y sistemático.

En las mañanas la clasificación de donaciones y elaboración de kits está a cargo de estudiantes de colegios privados, públicos y municipales y de empresas privadas. En ambos casos los voluntarios llegan por iniciativa propia y el Patronato cumple la función de asignarlos a tareas específicas.

Para la tarde, la coordinación del centro de acopio ha elaborado una red de contactos de los voluntarios. Cuando llega la hora de embarcar los camiones y enviar la ayuda a Manabí los llaman para que el trabajo sea menos pesado y más rápido. Diariamente se envían unas 100 toneladas. Y este jueves 5 de mayo se espera superar las 2 000 toneladas enviadas, al momento van 1 958.

María Fernanda Pacheco, presidenta del Patronato San José, entidad a cargo de la canalización de donaciones por el Municipio de Quito, comenta que aunque ahora pareciera que el volumen de donaciones y voluntarios ha disminuido, lo que ha pasado es que todo se ha ordenado. Sin embargo, "las puertas están abiertas para las personas que deseen ayudar", dice.

Sobre las donaciones, explica que han disminuido los aportes personales y han incrementado las donaciones de la empresa privada y de organismos internacionales. Para esta semana esperan ayuda de Colombia, Panamá y Estados Unidos. Todo esto se gestiona por aportes voluntarios y redes sociales.

Además, explica que han instalado tres plantas potabilizadoras de agua en Manabí, con lo que generan 25 000 litros diarios de líquido para consumo humano. Por eso es que han disminuido el envío de agua y han priorizado colchones, carpas, kits elaborados con productos propios para cada edad.

Suplementos digitales