La medida de hecho se tomó como rechazo ante una posible alza del precio que se cobra por la disposición del metro cúbico de material en las escombreras de Quito. Foto: Eduardo Terán/EL COMERCIO
A las 14:00 se levantó la paralización que organizó un grupo de 400 volqueteros y dueños de volquetas la mañana de hoy 7 de septiembre del 2017 en Quito.
Desde las 05:00, el grupo de volqueteros se tomó la escombrera del Troje IV, la más grande del Distrito, donde se recibe al día entre 700 y 800 volquetas con los escombros de los barrios y parroquias del sur de la capital.
La medida de hecho se tomó como rechazo ante una posible alza del precio que se cobra por la disposición del metro cúbico de material en las escombreras de Quito.
Pasado el mediodía, se firmó un acuerdo entre la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos Sólidos, Emgirs, y los transportistas en el que la empresa se compromete a propiciar los espacios de acercamiento y dialogo para que los transportistas puedan presentar sus inquietudes ante el Concejo Metropolitano de Quito. La reunión deberá desarrollarse antes del segundo debate de la propuesta de ordenanza que busca un incremento en la tarifa.
Pablo Carlosama, presidente de la Asociación de Transporte pesado en Volquetas y Maquinarias de Quito, a la que pertenecen 700 socios, indicó que la medida de hecho se tomó como rechazo a la posibilidad de subir las tarifas. Piden la congelación de los precios actuales y la conformación de mesas de diálogos para llegar a acuerdos que no perjudiquen a la ciudad ni al gremio.
Según Santiago Andrade, gerente general de la Emgirs, el costo real de operación ( lo que incluye guardianía, compactación, formación de terrazas, control de polvos, etc) es el doble de lo que actualmente se cobra.
Hasta el momento, cada volqueta que ingresa a una de tras tres escombreras autorizadas para operar en Quito (en Cocotog, Oyacoto y El Troje) debe cancelar USD 0, 57 más IVA por m3.
Existe una propuesta de ordenanza que busca incrementar el costo a USD 1,13 por cada m3. El borrador de la normativa pasó el primer debate con ciertas observaciones y en las próximas semanas será tratada en segundo debate para definir su aprobación.
Según Andrade, la ordenanza planeta que no sean los transportistas quienes asuman el costo del alza, sino el que genera el escombro, es decir el constructor. Para ello, las constructoras deberán pagar anticipadamente un rubro por la disposición de escombros antes de obtener el permiso de construcción.
Frente a eso, los volqueteros tienen un reparo: la construcción informal. Carlosama asegura que cuando no haya un constructor de por medio, serán los transportistas quienes deban asumir el nuevo precio. En Quito, cerca del 60% de las construcciones son informales.
Otro de los reparos de los volqueteros tiene que ver con el servicio. Carlosama asegura que las vías internas y las que conducen a los lugares de descarga están en mal estado y que los lugares no cuentan con las garitas suficientes para brindar el servicio. Piden, además, que se habiliten escombreras en otros sectores de la ciudad.
Carlosama sostiene que cada volqueta cobra entre USD 20 y USD 35 por cada viaje, dependiendo de la distancia. Además, cuando son volúmenes altos, el precio se deben hacer rebajas, por lo tanto las ganancias son mínimas y lo ejemplifica: De los USD 20 que cobramos, USD 5,11 se paga en la escombrera.
En diesel gastamos unos USD 5, lo que deja de ganancia menos de USD 10. Además, al transportar materiales pesados, las llantas se gastan y se las debe cambiar cada cinco meses lo que cuesta desde USD 600 hasta USD 800.
Mientras duró la paralización, las volquetas fueron enviadas al Semillero (En Cocotog) y Oyacoto.