Marcelo Avilés. Fisioterapeuta de Jefferson Pérez
El ser humano debe ejercer, interpretar y respetar las reglas de juego. Toda persona, dentro de la sociedad, tiene un punto de partida y un final.
Sobre esos parámetros hay que manejarse. La libertad nos convoca a respetar todas las normas establecidas.
A los hijos tenemos que darles la libertad para que cumplan con sus metas, pero que consideren los principios básicos de respeto al prójimo, sin hacer daño a terceros.
Todo ser humano debe vivir en armonía, con responsabilidad, esa es la libertad.
La libertad me permitió conocer a muchas personas, con diferentes criterios y culturas. Tengo amigos en todas partes del mundo, gracias a Dios y a la oportunidad que me brindó Jefferson Pérez como miembro de su equipo de trabajo.
Siempre me sentí libre y espero que sea hasta mi muerte. Sin embargo, hay que dejar huella y ejemplo de cómo manejar la libertad para no afectar a terceros.
A veces, la libertad es mal interpretada. La acogemos solo cuando ciertas normas nos convienen.