Donald Trump posó con el entonces presidente de Ecuador, Lucio Gutiérrez. Foto: Archivo.
La serie de hechos que desencadenaron en la única visita de Donald Trump a Quito se remonta al 13 de enero del 2001. En esa fecha, el buque Jessica, un vetusto carguero de combustible, se varó en la costa de las Islas Galápagos con 80 000 galones de aceite combustible intermedio y 160 000 galones de petróleo diésel.
Gobernaba Gustavo Noboa y su embajadora en Washington, Ivonne Baki, había aceptado ir a un evento de beneficencia a favor de la Cruz Roja en Florida, organizada por el hoy presidente electo de EE.UU. La diplomática se subió en el jet privado del magnate, que ya pedía los permisos para abandonar el aeropuerto de la capital estadounidense. Baki, con su cinturón abrochado, recibió una llamada y tras unos segundos pidió no despegar para quedarse en Washington.
Por el teléfono, Noboa le había alertado del trágico final del Jessica. Baki le explicó a Trump que su presidente le pedía que buscara ayuda para las islas. Era la primera vez que Trump se enteraba que las Galápagos eran de Ecuador. Creía que eran peruanas.
El magnate, que en esa época se definía políticamente como independiente, le propuso que no dejara de ir a Florida, que le ponía a disposición su contingente de telecomunicaciones. Su jet estaba provisto con toda clase de aparatos para mantener comunicación desde el aire. Así, Baki hizo varios contactos, no dejó de ir al evento de la Cruz Roja y Trump se interesó en Ecuador. Fue precisamente en ese viaje que él le propuso hacer el concurso de Miss Universo en Ecuador. Hasta hace poco ese evento contaba con la organización de los países sede. Ahora, el interés ha decaído: las tres últimas ediciones se han realizado en EE.UU.
Baki recuerda que la propuesta no le interesó a Noboa. Fue en el gobierno de Lucio Gutiérrez que esa idea despegó. “Trump es una persona que no acepta un no por respuesta”, recuerda Baki, quien volvió a recibir la propuesta del millonario cuando se desempeñaba como ministra de Industrias en el gobierno de Lucio Gutiérrez.
En Ecuador el certamen tuvo como eslogan “Desde el centro del Universo, Miss Universo”, ideado por los mismos creadores de “hacer grande América otra vez”, que catapultó al converso republicano a la Presidencia de EE.UU., 12 años después.
Trump llegó a Quito el 31 de mayo del 2004. Tuvo un pequeño recorrido por el Centro Histórico y, con un amplio despliegue de seguridad, entró en la iglesia de La Compañía de la cual tenía referencias. Al regresar, por la noche, le hicieron un homenaje en el Swissôtel, donde una variedad de rosas ecuatorianas fue bautizada con su apellido.
En esa cena estuvo casi en pleno la familia Trump. De sus hijos solo faltaba el mayor, Donald Jr. Además, estaban su primera exesposa Ivanna Zelnícková y su novia Melania Knauss, que el siguiente año se casó con Trump, y que desde el 20 de enero del 2017 será la primera dama de EE.UU.
Melania y Donald llegaron a Quito como novios. El siguiente año se casaron en Florida. Foto: Archivo.
Si los langostinos de la recepción fueron su deleite, a Trump en esa ocasión solo se le vio tomar un sorbo de champaña. Su familia profesa un rechazo al alcohol, puesto que Donald vio morir a su hermano, Fred, en 1981 por culpa del alcoholismo.
En la noche de la coronación, el 1 de junio del 2004, Trump saludó con el entonces alcalde de Quito, Paco Moncayo, quien dice que solo le dio la mano y se mostró muy cortés. Luego se fotografió con el presidente Lucio Gutiérrez.
La participante de Ecuador fue María Susana Rivadeneira, quien 12 años después dice que nunca lo saludó. “Quién iba a pensar que sería presidente de Estados Unidos. De los dos candidatos era el menos malo”, dice la primera ecuatoriana en quedar entre las 10 finalistas de un Miss Universo.
El magnate y la Miss Universo 2004, la bella australiana Jennifer Hawkins. Foto: Archivo.
Al siguiente día Trump tuvo una reunión de negocios con varios empresarios ecuatorianos en la suite presidencial del Swissôtel, donde se alojó. Trump tenía la intención de invertir en una cadena de hoteles en la Costa. Ese 2 de junio del 2004, Trump se fue de Quito con la idea de la inversión hotelera… algo que no se concretó porque luego llegaron las críticas al certamen.
A solo 27 días de la coronación, se reveló que hubo 56 contratos de la Fundación Ecuador, que organizó la gala. La Contraloría abrió un proceso, en el 2005, y determinó responsabilidades civiles por USD 6 millones, de 17 millones auditados. Aparte, la organización Miss Universo, que en esa época era de propiedad de Trump, ganó 5 millones sin impuestos, porque el acuerdo se firmó bajo las leyes de EE.UU., según la Contraloría. Trump nunca más volvió a Quito.