El canciller Fander Falconí denunció ayer que en la Cumbre de Copenhague se violaron los principios más básicos de las negociaciones y acuerdos multilaterales.
“Se dieron decisiones paralelas a la Cumbre y que no aportan a combatir los efectos de cambio climático”, sentenció con relación a la reunión entre EE.UU. y otros 24 países desarrollados y emergentes, de la cual surgió un acuerdo para afrontar el cambio climático. Pero el mismo fue rechazado por la mayoría de las delegaciones participantes en la cita mundial de Copenhague, que se prolongó hasta el sábado.
A su vez, la ministra de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, mostró una copia del Acuerdo de Copenhague y resaltó que las páginas del Apéndice II donde deberían constar los compromisos para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases contaminantes está en blanco.
Espinosa afirmó que “si bien se dieron algunos compromisos en cuanto a la entrega de recursos económicos para financiar los proyectos de adaptación y mitigación en los países pobres y en desarrollo), pero no solo es cuestión de dinero… Se necesita un cambio de las formas de producir y de consumir”.