Ruth Caldas fue removida de AP por votar contra un candidato oficialista para Vicealcalde de Cuenca. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
La vida espiritual es el eje principal de la vicealcaldesa de Cuenca, Ruth Caldas, de 31 años. Ella fue parte del Movimiento Alianza País, hasta que fue expulsada por su polémica designación, la tarde del jueves 15 de mayo de 2014.
Su consejero espiritual y guía en sus decisiones personales es el sacerdote Marcelo López, quien considera que ella actuó de forma honesta al no votar por Leonardo Berrezueta, el candidato oficial de la lista 35 para la Vicealcaldía.
López y Caldas se conocen desde hace seis años y se reúnen semanalmente para conversar sobre política, familia y otros temas. “Es capaz, coherente y responsable con sus decisiones”, dice el párroco de Uncovía, en el norte de Cuenca.
Él no ha sido el único consejero religioso en su carrera política. Caldas tuvo su primer cargo público en el 2005, como Teniente Política de su natal parroquia Ricaurte. Aceptó postularse tras una conversación con el sacerdote Glauco Torres. En la actualidad, también se asesora con el actual párroco de Ricaurte, Marco Martínez.
Caldas es alta, delgada, tiene el cabello negro y lacio. Su estilo al vestir es formal y elegante. Una de las decisiones que adoptó fue eliminar los pagos en los trámites en esa dependencia, recuerda la exteniente política de la parroquia San Joaquín, Elena Hidalgo. “Ella es valiente, porque empezó su actividad haciéndose respetar. Quería eliminar las injusticias que se estaban cometiendo”.
Con este criterio coincide su vecina y colaboradora Narcisa Barbecho. Ella se sorprende por su dedicación. Dice que la vicealcaldesa no para de trabajar desde que empieza sus actividades a las 06:00, hasta la noche.
Barbecho conoce a Caldas desde su niñez. Por eso recuerda muchas anécdotas junto a ella. Cuenta que en más de una ocasión, la mujer se cayó en los caminos de piedra que recorría cuando era reina de su parroquia, “pero llegaba con víveres para las personas necesitadas”. Aunque aceptó la corona, no le gusta promocionarlo.
Desde febrero pasado, Barbecho empezó a trabajar como asistente personal de la Vicealcaldesa. “Todas sus actividades están guiadas por el sacerdote López y sus principios de honestidad”.
Caldas es cortez y diplomática en cada una de sus intervenciones públicas. Es contadora pública, tiene una maestría en tributación y está próxima a concluir su carrera de Jurisprudencia. De eso está orgullosa y le gusta resaltarlo. En sus planes está estudiar otra maestría.
Carlos Orellana, concejal rural de Alianza País, considera que su ex compañera de tienda política es sensible y propositiva. Él no se sorprende de su decisión de no votar por Berrezueta, porque ella le anticipó a Orellana y al gobernador azuayo Humberto Cordero que actuará de forma independiente en el Concejo Cantonal, porque no le estaban escuchando.
Caldas preside además la comisión del Comité Permanente de Festejos. El personal de la Municipalidad asegura que ella disfruta de su cargo porque le gusta compartir de las celebraciones de las parroquias.
Las personas llegan a su despacho a buscarla continuamente. Según el ex Concejal Wilson Muñoz, del partido Social Cristiano, la Vicealcaldesa demostró en su anterior gestión ser una profesional capaz y trabajadora. Pero él considera que no actuó de forma correcta con su partido al haber votado en contra de Berrezueta.