La venta de licores importados tiene más controles

Este viernes 9 de octubre se cumple el plazo para que tanto importadores como comercializadores de licores importados cumplan con el programa de etiqueta fiscal. Foto: Gabriel Proaño / El Comercio

Este viernes 9 de octubre se cumple el plazo para que tanto importadores como comercializadores de licores importados cumplan con el programa de etiqueta fiscal. Foto: Gabriel Proaño / El Comercio

Este viernes 9 de octubre se cumple el plazo para que tanto importadores como comercializadores de licores importados cumplan con el programa de etiqueta fiscal. Foto: Gabriel Proaño / El Comercio

La venta en Ecuador de licores importados tiene más controles. Desde hoy (viernes 9 de octubre del 2015) todas las botellas de vodka, whisky, ron y tequila que ingresen al país deben exhibir un nuevo sello de verificación. Este permite tanto al Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) como a los consumidores conocer si el producto cumple con las características de calidad, y si ingresó legalmente al país.

Esta etiqueta fiscal se coloca sobre la tapa de la botella y dispone de un código de lectura que, a través de un aplicativo para celulares, permite conocer en detalle el origen del producto, su fecha de importación y otras características como el volumen del contenido.

El aplicativo para que el usuario pueda conocer los detalles de cada botella se descarga gratuitamente de las tiendas de aplicaciones para los sistemas operativos IOS y Android. Roberto Serrano, asesor tecnológico de la Aduana explicó este jueves 8 de octubre que el etiquetado fiscal permite a la entidad identificar el producto que procede del contrabando, mientras que al consumidor le sirve para conocer si lo que adquiere cumple con las características de calidad.

“Las sanciones para quienes no cumplen con el etiquetado son la aprehensión de la mercadería, hasta la clausura del establecimiento”, preciosa el funcionario.

Luego de concluido el plazo, la Aduana ejecutará operativos para decomisar las botellas que no cuenten con la etiqueta. Serrano explicó que hasta la fecha la Aduana ha entregado
906 000 etiquetas a los importadores, de un lote de 7 millones que adquirió para suplir la demanda. “Esperamos hasta fin de año llegar al millón de etiquetas entregadas”, aseguró el directivo de la Aduana. El Senae empezará desde este viernes 9 de octubre a planificar los operativos que se ejecutarán para controlar que se haya cumplido con la disposición.

La disposición que obliga a la incorporación de la etiqueta fiscal entró en vigencia en abril del 2015 y durante los seis meses siguientes los importadores de licores tuvieron la oportunidad de incorporar progresivamente la etiqueta en sus productos. El proyecto del etiquetado, que fue planificado hace dos años, fue trabajado en conjunto con la Asociación Nacional de Importadores de Licores, señaló la Aduana. La difusión del proyecto y la capacitación sobre el uso de las etiquetas se extendieron al sector hotelero, las asociaciones de centros de diversión nocturna, y los comercios de venta de licores. Estos deben solicitar las etiquetas a los importadores que les proveen de las botellas, presentando la documentación respectiva.

Eddy Castillo, presidente de la pre Asociación de Comercializadores de Licores indicó que, al menos en Quito, unas 12 000 botellas no cuentan con etiquetas fiscales porque fueron importadas con anterioridad y los que las adquirieron no lograron contactar a los importadores para realizar el trámite, ya que estos ya no tienen el negocio.

Según Castillo, las importadoras Cordovez y Eljuri son las que más interés han mostrado por cumplir con el etiquetado. Agregó que, por el contrario, otros importadores ya no existen y no tuvieron a quién recurrir para solucionar el tema. “Son empresas que ya cerraron”.

El directivo aseguró que la Aduana solo tuvo contacto con los importadores, mas no con sus representados. A su criterio, no fueron tomados en cuenta como distribuidores porque no se habrían percatado de que hay empresas importadoras que ya cerraron. “Tenemos facturas de compra, que son un documento legítimo. Pagamos al SRI. Las botellas en nuestras bodegas son legales”.

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