Galo Bustillos presidente del conjunto El Pedregal de San Carlos tiene su mochila de emergencia, pero con pocas prendas y comida. Foto: Galo Paguay/EL COMERCIO
Simulacros, capacitaciones y alarmas ante desastres naturales se instalaron en el valle de Los Chillos el año anterior por el proceso eruptivo que vive el volcán Cotopaxi. Aunque, ahora, ante la nueva emergencia por el terremoto del 16 de abril en casas y conjuntos habitacionales no se han tomado en cuenta esos insumos al momento de actuar.
Luis Salcedo, presidente del Conjunto Ciudad de Gales, ubicado en La Armenia comenta que el evento inicial del 16 de abril los tomó por sorpresa y no se imaginaron que podrían haber réplicas tan fuertes como las registradas la madrugada y el medio día del miércoles 18 de mayo, por lo que no han preparado un plan de evacuación o contingencia.
Ahora, junto al Administrador planifica una reunión con todos los vecinos del Conjunto para tomar acciones y determinaciones sobre la prevención ante posibles nuevas réplicas o movimientos telúricos de magnitudes intensas.
Sobre la planificación que tuvieron durante los momentos de mayor alerta por el inicio del proceso eruptivo del volcán Cotopaxi indicó que “todo se ha enfriado”. Todos los habitantes del lugar tienen un grupo de whatsapp en el que transmiten toda la información de interés sobre el fenómeno natural.
Caso parecido se vive en el conjunto El Pedregal de San Carlos de Alangasí. Galo Bustillos, presidente del lugar, recuerda que en el inicio de la emergencia por el Cotopaxi participaron de varios simulacros de evacuación y armaron sus mochilas de emergencia. Hoy, en su caso -dice- la tiene pero no con todos los objetos necesarios.
El miércoles pasado cuando ocurrieron las réplicas todas las personas salieron a la vía. Pero, ninguna llevó consigo la mochila con implementos básicos como agua, alimentos enlatados, una radio a pilas, una linterna…
Lucía Loachamín vive en Sangolquí, en una zona de riesgo. Ella tiene lista la mochila de emergencia para ella y sus dos hijos. “Tengo todo menos el agua y el atún que ya la consumimos”, dice la mujer de 45 años. Este fin de semana planea hacer compras y equipar nuevamente su kit.