UTE: los despidos ahorran USD 10,8 millones

Cientos de empleados se reunieron en las afueras de la UTE este 10 de febrero del 2016. Foto: EL COMERCIO

Cientos de empleados se reunieron en las afueras de la UTE este 10 de febrero del 2016. Foto: EL COMERCIO

El miércoles pasado, los docentes alertaron sobre sus despidos y se reunieron en las afueras de la Universidad. Foto: Diego bravo / EL COMERCIO

El mayor rubro de inversión que tenía la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) era el pago a su nómina de empleados.

El año pasado destinó cerca del 80% de su presupuesto general para salarios. Por eso, según el rector del centro de estudios, Ricardo Hidalgo Ottolenghi, hubo que hacer ajustes en ese rubro.

Con los 308 despidos que se conocieron el miércoles pasado -195 docentes y 113 administrativos- la Universidad proyecta un ahorro durante el 2016 de USD 10,8 millones.

Así espera enfrentar su difícil situación financiera. En la actualidad tiene un déficit de USD 17 millones. Y según sus autoridades arrastra una deuda de alrededor de USD 25 millones desde la administración pasada. “Necesitamos garantizar la sostenibilidad a largo plazo”, refirió ayer el rector de la Universidad.

Según él, todo se hizo en apego a la ley. Había docentes que no tenían título de cuarto nivel. También, personas que salieron porque obtuvieron calificaciones bajas en las evaluaciones que se hicieron.

Esto fue rechazado por los exempleados. Patricio León, por ejemplo, trabajó 23 años para la Universidad como profesor de geopolítica.

Tiene una maestría en docencia superior y está terminando una maestría en la Universidad Andina en Relaciones Internacionales. Asegura que notificaron mediante un correo electrónico, el lunes en la mañana, de la decisión. Cuando acudió a la universidad -dice- no le permitieron el ingreso para retirar sus pertenencias que todavía están allí.

Kléber Mantilla, profesor de Periodismo desde hace siete años, también cuenta que él posee un título de cuarto nivel de una universidad extranjera, el cual está registrado en la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt). “No hemos tenido el derecho a la defensa y a la réplica ante las acusaciones que se han hecho”.

Ellos, junto a otros exempleados, se reunieron ayer en un local cercano a la Universidad. Analizaron posibles salidas, acciones para evitar que su nombre sea manchado.

Les preocupa también la situación de los estudiantes. Aseguran que los procesos de calificación y registro quedaron inconclusos.

Frente a esto, Hidalgo explicó que los alumnos no tendrán inconvenientes. Se aplicará el reglamento estudiantil para que se respeten sus derechos. “La responsabilidad de los profesores era entregar calificaciones la semana pasada”, comentó el rector.

Con relación a las indemnizaciones, las autoridades de la UTE han mantenido reuniones con el Ministerio del Trabajo para que sean ellos quienes ejerzan el papel de mediadores.

Hidalgo dice que entrarán en un proceso de negociación porque “no se puede realizar un pago al 100% tomando en cuenta las dificultades económicas”.

Los despidos no fueron la única medida adoptada por ese centro de estudios superiores. El 29 de enero, a través de un comunicado interno, la Universidad informó a los docentes que, como parte de la reestructuración, se mantuvo una reunión con los colaboradores del Instituto de Tecnologías de la Información y Comunicación.

El objetivo: pedir la firma voluntaria de una “transacción de carácter de sentencia” para reducir sus sueldos, considerando que recibían un bono. El 71% de empleados firmó.

Educación

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entre profesores y personal administrativo fueron desvinculadas de la Universidad.

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