Unidad Popular hizo una entrega simbólica del personaje del expresidene Rafael Correo en ese centro de detención. Foto: Cortesía
Uno de los militantes de Unidad Popular se disfrazó de preso, con un traje a rayas blancas y negras. Luego se puso una máscara del expresidente Rafael Correa. Él fue el actor central de la agenda de campaña electoral que el movimiento hizo este martes, 30 de enero del 2018.
Unos 30 militantes se reunieron en un parque del sector de La Prensa, en el norte de Quito. Luego caminaron hacia la Cárcel 4. Junto a ellos iba una camioneta. El balde fue adecuado como una jaula y dentro iba el disfrazado.
Unidad Popular hizo una entrega simbólica del personaje en ese centro de detención. Geovanny Atarihuana, director nacional de la organización, informó que la próxima semana irán a la Fiscalía para solicitar, por tercera vez, que se dicten medidas para que el exmandatario no pueda salir del país.
Añadió que Correa debe rendir cuentas por cuatro temas en específico: el manejo de la deuda pública, las negociaciones con Patrocina, el caso Odebrecht y la influencia política en la justicia, durante su Gobierno.
Los dirigentes de Unidad Popular explicaron que este acto se lo hace como parte de la campaña electoral para apoyar el sí en las siete preguntas de la consulta popular. Esto porque “esta campaña tiene como núcleo central la indignación que tiene el pueblo contra la corrupción, que se representa”.
Además, Atarihuana explicó que una vez que se proclamen los resultados de la consulta esperan que Baca actúe con la vinculación del exmandatario. De lo contrario -dijo el dirigente- el Consejo de Participación Ciudadana transitorio deberá evaluarlo y destituirlo.