Turistas llegan a playas y destinos de la Sierra del país

Un mirador de Otavalo estuvo entre los atractivos para los turistas en Imbabura. Foto: José Luis Rosales / EL COMERCIO

Un mirador de Otavalo estuvo entre los atractivos para los turistas en Imbabura. Foto: José Luis Rosales / EL COMERCIO

Un mirador de Otavalo estuvo entre los atractivos para los turistas en Imbabura. Foto: José Luis Rosales / EL COMERCIO

El flujo turístico en el inicio del feriado por la Batalla de Pichincha no fue alto, según representantes del sector turístico de varios destinos del país. Sin embargo, hubo viajes a las playas de Manabí, Esmeraldas y Santa Elena, así como a destinos turísticos de la Sierra.

Los operadores turísticos de los balnearios de Esmeraldas recibieron ayer a los primeros viajeros. La Cámara de Turismo reportó una ocupación de un 30% de las 40 000 plazas disponibles en Tonsupa, Atacames y Súa. Según su titular, Sara Moyano, llegaron quienes hicieron reservas con una semana de anticipación, pero también gente que decidió viajar sin reservar.

El dirigente hotelero Alfono Aparicio dijo que esperaban que llegara igual o mayor número de visitantes que el año pasado. En el 2017, arribaron
23 736 turistas, según el Ministerio de Turismo.

Los visitantes se encontraron por la mañana con una Esmeraldas soleada. En la tarde hubo una leve garúa. Esa variación en el clima no influyó en la llegada de turistas a la playa y al malecón. Mónica Gómez, quien viajó desde Imbabura, estuvo en una cabaña frente al mar, donde descansaba. Oswaldo Rosado prefirió hacer deporte en la arena, en una tarde cálida. Los turistas también se animaron a caminar por la orilla o a darse un chapuzón en el mar.

La gente llenó los locales del malecón, por los descuentos en cebiches, encocados, tapao, entre otros. Olga Sánchez dijo que los comensales recibieron con agrado el costo de USD 6 por un cebiche.

Manabí registró hasta la tarde de ayer una ocupación del 47% de la capacidad instalada en el norte y el centro. Lo aseguró Elisa Mora, coordinadora zonal 4 del Ministerio de Turismo. Durante la jornada hubo visitantes en las playas El Murciélago, Crucita, San Vicente, Bahía y Pedernales.

Los viajes desde la terminal terrestre de Guayaquil se hicieron principalmente a balnearios de Manabí y Santa Elena. Se esperaba la movilización de 190 000 pasajeros y de otros 22 800 desde la terminal de Pascuales. También se registró congestión vehicular en la vía a la Costa. Los turistas iban en sus autos a destinos como Playas, Salinas, La Libertad, Montañita y Ballenita.

En la Sierra, el ingreso de automotores, especialmente con placas de Pichincha, fue continuo y fluido por la Panamericana norte que enlaza a las localidades de Cajas con Otavalo, entre las 10:00 y 12:30. Sin embargo, en establecimientos como Mira Lago, que tiene una vista privilegiada del complejo lacustre San Pablo y el volcán Imbabura, la afluencia de visitantes fue catalogada como la de un fin de semana normal.

Los turistas llegaron a destinos como Atuntaqui, cerca de Ibarra, una tierra famosa por sus 200 locales de textiles. Gabriela Araque, dependiente del almacén Karen’s, señaló que hasta el mediodía había afluencia, pero no masiva.

La mayor cantidad de visitantes de Imbabura llegó de Quito. Algunos, como Jorge Ayala, aprovecharon el asueto para comprar para el hogar.
En establecimientos hoteleros de la provincia se esperaba que se ocupara un 80% de las 6 000 plazas disponibles. Unas 20 de las 24 habitaciones del Hostería San Andres Lodge & Spa, en Ibarra, por ejemplo, recibieron a unos 60 huéspedes.

En las terminales terrestres de Ambato y Riobamba se registró un flujo normal. Pero en los sitios turísticos de la Sierra Centro y de la Amazonía hubo baja afluencia de visitantes. “Esperábamos recibir más turistas el primer día, aunque siempre que los feriados coinciden con fin de mes llega poca gente”, dijo Mauricio Navas, administrador del hotel Primavera, de Puyo.

En la Reserva de Producción de Fauna Chimborazo sí hubo movimiento. La mayor cantidad de visitantes era de Riobamba, Ambato y Guaranda.

“Dependemos de los feriados para vender las artesanías que elaboramos en las comunidades. Aprovechamos este feriado para inaugurar nuestro restaurante, aunque no hubo la cantidad de gente que esperábamos”, dijo Juana Caiza, de la comunidad Chorrera Mirador.

En Cuenca, un campeonato nacional de ingenieros civiles fue el principal dinamizador del feriado. “Son cerca de 1 000 personas alojadas en la ciudad, lo que subió la ocupación hotelera”. Él aspiraba a que llegaran turistas de Guayas y El Oro. La capacidad hotelera de Azuay es de 8 000 camas, entre hoteles, hosterías, hostales y otros sitios de alojamiento formales.

En contexto

El feriado por la Batalla de Pichincha suele registrar un movimiento de turistas menor a otros como el Carnaval o la Semana Santa. Sin embargo, ayer hubo movimiento hacia playas de tres provincias y también viajes hacia sitios atractivos de Imbabura.

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