Ma.Fer Mejía Y. Sección Jóvenes
Una botella, dos cervezas, tres bielas… ¿Perdiste la cuenta de las ‘chelas’ que llevas encima?
Mejor no pierdas la cabeza. Aunque no seas el o la Conductora Elegida, tú eres la única persona responsable de tu vida. No te confíes.
Así que abre los ojos y activa todos los demás sentidos para que nadie te vea la cara. Baila todo lo que quieras, disfruta de la compañía de los panas, conversa toda la madrugada y hasta discute sobre música, política, cine, injusticia social, prejuicios…
Haz lo que quieras, pero jamás te olvides de que estar a salvo también es una decisión más que una circunstancia. Puede que estés con algunas copas encima, pero no te inventes eso de que “los borrachos no se acuerdan de nada”.
Si tus panas quieren pararse de manos y a ti no te dan ganas, que se aguanten. El nivel de ebriedad no mide lo bacán que eres, ni lo maduro ni lo independiente. Que tu vicio sea vivir, sentir, y no matar tus ideas…