Corresponsal en Bogotá
Colombia cuenta con una rigurosa legislación en materia de trasplantes de órganos y tejidos. Desde 1979, las autoridades de ese país constantemente han reformado las normas legales, que priorizan a los ciudadanos colombianos en el momento de dar órganos y establece un sistema descentralizado de funcionamiento.
Según la Ley vigente, los colombianos tienen preferencia de entre quienes están registrados en las listas de espera, que son manejadas por el Estado.
De los 859 trasplantes que se realizaron entre enero y septiembre de 2009, solo el 2% fue a ciudadanos extranjeros. De ellos, ninguno fue ecuatoriano, según el Instituto Nacional de Salud.
Sergio Salcedo, presidente de Colombiana de Trasplantes, una de las instituciones de la Red Nacional de Trasplantes, explica que solo en caso de que ningún colombiano en lista de espera sea compatible con un órgano disponible, se procede a destinarlo a un extranjero que lo necesite.
Sin embargo, aclara que un foráneo residente en Colombia sí tiene los mismos derechos y oportunidades que un ciudadano colombiano a ser beneficiario de una donación.
Si bien los extranjeros no son prioridad en la lista de espera, sí pueden someterse a un trasplante en Colombia, siempre que tengan un donante vivo.
Sin embargo, este debe cumplir una serie de condiciones que garantice que la donación sea altruista, pues las leyes colombianas prohíben cualquier tipo de incentivos o gratificaciones para que se ofrezcan órganos.
Así, por ejemplo, un colombiano no puede ofrecer sus órganos a un extranjero, pues se presume la existencia de una negociación económica. Un foráneo para someterse al procedimiento quirúrgico debe conseguir un donante de su propia nacionalidad. “Si un inglés se va a someter a un trasplante de riñón, su donante vivo debe ser inglés. Si es de otra nacionalidad también se sospecha que puede haber compra de órganos”, subraya Salcedo.
Desde 1964, año en que Colombia realizó el primer traspaso de riñón, su sistema de funcionamiento ha ido perfeccionándose, hasta transformarse en un esquema descentralizado.
El traspaso de riñón es el más común en Colombia. Entre enero y septiembre de 2009 se realizaron 620 operaciones. El segundo más frecuente fue hígado, con 178 operaciones. Una operación de riñón puede costar cerca de USD 20 000. El trasplante de corazón o hígado puede tener un valor promedio de USD 50 000, cada uno.
Una ley rigurosa
La Ley colombiana presume que todo ciudadano es donante. Por ello, cuando una persona muere, sus familiares tienen 6 horas para oponerse a que se extraiga cualquier órgano o tejido.
Si en ese lapso un familiar no se hace cargo del cuerpo, se extraer los órganos que pueden ser susceptibles de traspaso.
Los ciudadanos también pueden expresar su deseo de donar órganos cuando fallezcan y pueden inscribirse en la red nacional de trasplantes. Pero, a pesar de esa autorización expresa, su familia puede oponerse.