Un árbol fue talado en el parque Pobre Diablo, en el sur de Quito, este lunes 20 de junio del 2016. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
La tala de un árbol en el parque Pobre Diablo, en el sur de Quito, genera interrogantes entre los vecinos. La mañana de este lunes 20 de junio del 2016, los moradores se sorprendieron ver que personal municipal trabajaba en el lugar. Por esto, temen, que se retiren los árboles de este sector.
Poco a poco, las ramas iban cayendo al piso. Eduardo González, quien vive en este lugar hace 65 años, observaba con tristeza cómo los trabajadores realizaban esta labor sin escuchar sus peticiones de que se detengan. Este es uno de los dos árboles grandes y tradicionales que quedan en la zona, cuenta González, y tiene miedo de que sean talados.
Este árbol está en el terreno desde hace unos 12 años, dice el morador. En esta ocasión será retirado para construir un graderío. Él se enteró esta mañana de lo que iba a suceder, aunque otros moradores ya habían sido informados de esta decisión.
Lo que piden es que no se retire el otro árbol que todavía está en el parque y que se respeten las áreas verdes. En los exteriores, las zonas que estaban destinadas para las plantas están vacías y descuidadas. Las piletas no funcionan y el sitio está lleno de desechos de mascotas.
Los arreglos son necesarios sobre todo en esta época que los estudiantes se preparan para salir a vacaciones. Por eso, piden que el Municipio atienda de otra forma a este espacio.