Redacción Espectáculos No pudo memorizar su apellido, pero recuerda que es una mujer quien dirigió la película que ganó el premio Oscar de la Academia. “Me parece que era Katy o Katherine. Eso sí el apellido ni me pregunte; ahí sí no sé”. El hecho de que una mujer haya ganado el máximo galardón del cine, con la película ‘Zona de Miedo’, era suficiente motivo para que Marta Castro concurriera al cine la tarde fría del domingo. Elena Pérez fue porque una amiga le recomendó la película. “Me dijeron que es impresionante. Habrá que verla”. La película, para David Andrade, es pura tensión de principio a fin, aunque admite que no le gustó el final. “Es una película que busca ser fiel a la realidad vivida en la guerra, pero al final la friega, porque no suena real que el soldado vuelva a una zona de riesgo y no prefiera quedarse con su familia. Eso es masoquismo”. En esta película, su directora, Kathryn Bigelow, relata la historia de un militar, William James, quien llega a Iraq con la misión de desactivar bombas.Según David Andrade, en un filme sobre la guerra de Iraq choca que el protagonista no sea alguien temeroso por lo que ocurre.“Transmite demasiado coraje; parece que disfruta de lo que hace”. William James, el protagonista de esta historia, es un experto en desactivación controlada de bombas. Su trabajo es tan peligroso que cualquier movimiento en falso puede matarlo a él y a cualquiera de sus compañeros. Mientras los miembros de la Unidad Bravo quieren que el trabajo finalice para volver a casa, James ama el riesgo. Incluso al final de la película regresa al campo de batalla para continuar con su oficio. Pero no todos son como él. El soldado Sanborn muestra su temor en varias escenas y aunque al principio de la película no quiere tener hijos, más tarde demuestra su deseo por tenerlos cuando se siente próximo a la muerte. El soldado Eldridge, en cambio, tiene dificultades para asimilar el miedo e intenta superarlo con la ayuda de un psicólogo del Ejército. En esta cinta, no solo sorprende el amor al peligro, también la intensidad propia de la guerra y la lucha por sobrevivir. Hay escenas estremecedoras, como aquella en la que James encuentra muerto a un niño iraquí, al que confunde con Beckham, un muchacho al que le compraba películas. El hallazgo del niño con el vientre cocido convertido en una bomba es una escena impactante, así como el enfrentamiento entre los soldados Sanborn y James cuando se emborrachan. “A mí lo que me impactó fue la temeridad con la que el soldado gringo desactiva las bombas, sin importarle ni su propia vida. ¿Será que son asimismo los soldados que están en Iraq?”. David Andrade concluye que esta película debería verla, en primera fila, el presidente de Estados Unidos, Barak Obama. “Si la mira verá que la guerra tiene historias terribles”. A Marta Castro la película la mantuvo en vilo de principio a fin. “Demasiado sufrimiento, mucha violencia. Pobre gente”.