La empresa tiene una flota operativa de siete aviones. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La aerolínea Tame prevé estabilizarse y comenzar a generar excedentes en un plazo de 18 meses, contados a partir del mes pasado (marzo del 2018), explicó el presidente de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO), Edisson Garzón.
La generación de excedentes permitirá el pago del préstamo otorgado por el Ministerio de Finanzas, por USD 61,27 millones. El pago del préstamo deberá hacerse cada mes, a partir del 2020, detalló Garzón. Por eso se necesitará bajar los gastos y aumentar los ingresos.
El crédito entregado por Finanzas fue producto de un convenio de cooperación, firmado en marzo pasado entre la EMCO y esa cartera.
USD 50 millones se entregaron en efectivo y se destinarán para la cancelación de deudas (USD 22 millones) y para cubrir obligaciones postergadas desde el 2016, explicó la aerolínea estatal. El saldo se entregó en títulos del Banco Central (papeles) para el pago de deudas con el Servicio de Rentas Internas (SRI) que, según la firma, fue heredada y no tramitada en el período 2014-2015.
La estatal resaltó que el crédito “no es un subsidio (estatal), sino un aporte permanente con condiciones de repago”.
Hasta noviembre pasado, las obligaciones de la aerolínea ascendían a USD 194 millones. De ese monto, 175 millones correspondían a deudas a largo plazo y 19 millones a cuentas por pagar a proveedores, a corto plazo.
En el 2017, según balances preliminares, Tame cerró con un resultado negativo de USD 60 millones. No obstante, entre octubre y marzo pasados, la aerolínea ha recuperado 7,5 millones en cuentas por cobrar, el 71% del total.
Para lograr la estabilización, la empresa ha recurrido a diferentes estrategias –además del aporte estatal– que le permitan bajar los costos y conseguir una rentabilidad.
Una de las medidas para disminuir los gastos es la reducción de personal. Si bien en los últimos 10 meses solo se desvincularon a 19 personas, cerrando la nómina en marzo pasado con 1 375 trabajadores, la compañía explicó que decidió cerrar 317 vacantes, lo que le generó un ahorro presupuestario anual de USD 6 millones.
Esto obligó a la firma a plantearse el “recambio de posiciones críticas, que permitan repotenciar la capacidad de respuesta a contingencia y operación diaria”. Añadió que las potenciales desvinculaciones futuras solo serán determinadas luego de un proceso de reorganización de la empresa.
La optimización de la flota es otro objetivo de la aerolínea. “Vamos a quedarnos máximo con dos tipos de avión para poder tener repuestos para todos. Y para lograr eso hay que devolver aviones”, indicó el presidente de la EMCO.
La empresa está en ese proceso. Desde enero del 2017 hasta ahora ha devuelto dos unidades: un Airbus 319 y un A320.
En entrevista otorgada a este Diario en octubre pasado, Ignacio Vallejo, presidente de Tame, explicó que la aerolínea debería operar solo con aviones Airbus y ATR, y dejar la operación de los Embraer, un avión de gama alta. Además, en el futuro prevé operar solo con aviones arrendados (‘leasing’).
Actualmente la flota operativa de la compañía es de siete aviones, de 13 en total. El resto se encuentra en mantenimiento programado, a la espera para envío a mantenimiento o en proceso de devolución.
La empresa también se ha planteado la venta de sus cinco aviones propios y de 11 bienes inmuebles. Sin embargo, el proceso aún no se inicia.
Volar solo en rutas rentables es una de las estrategias que ya está en marcha. El pasado 3 de febrero se realizó el último vuelo en la ruta Quito-Bogotá-Caracas, por baja rentabilidad y problemas técnicos en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar. Mientras que por otro lado aumentó las frecuencias hacia destinos nacionales: Baltra (Galápagos), El Coca (Orellana), Lago Agrio (Sucumbíos) y Santa Rosa (El Oro).
La aerolínea opera 12 destinos nacionales (cinco de ellos no tienen competencia) y cuatro internacionales.
Aunque Tame aún no es una empresa rentable, la aerolínea comienza a mejorar sus indicadores de operación. En el primer trimestre de este año, la ocupación creció seis puntos porcentuales en relación a igual período del año anterior.
La puntualidad se incrementó en ocho puntos porcentuales y el cumplimiento de vuelos en cinco puntos.
Entre los objetivos de la aerolínea están crecer en el mercado local, subir la ocupación, rentabilizar la operación a Galápagos, potenciar el negocio de vuelos chárter y desarrollar el negocio de carga.
Una vez que sea rentable, Tame prevé pasar a ser una firma de economía mixta, a través de alianzas estratégicas, de preferencia con socios foráneos, dijo Garzón.