En diciembre del año pasado fueron desvinculadas de Tame alrededor de 70 personas. Foto: Diego Pallero / Archivo EL COMERCIO
El plan de reestructuración de la aerolínea estatal Tame continúa este año. Las principales acciones se enfocan en redimensionar el tamaño de la empresa, lo cual implica avanzar con el recorte de personal, ya anunciado en el 2017; pagar las cuentas pendientes y generar resultados financieros positivos.
El presidente del Directorio de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas, Edisson Garzón, informó que para este año está prevista una disminución de 300 personas en la nómina de la compañía, del área administrativa, como una medida para recortar gastos. Así lo anunció en una entrevista con EL COMERCIO, el jueves pasado (1 de febrero).
El presidente del Directorio de Tame, Ignacio Vallejo, precisó que aún no se ha hecho un análisis completo que permita determinar la cifra exacta de colaboradores que deberán salir de la compañía. Aunque no descartó que la cifra esté entre 200 y 300.
Vallejo explicó que las aerolíneas emplean regularmente entre 80 y 100 empleados por aeronave. Siguiendo ese estándar, la empresa estatal debería tener una nómina de alrededor de 1 100 empleados, ya que proyecta operar solo con 11 aviones. “Hay que hacer un análisis área por área. En el poco tiempo que llevamos lo que hemos hecho es cambiar los mandos principales de la empresa. Ahora vamos a un segundo nivel”.
La nómina de Tame, hasta noviembre del año pasado, era de 1 400 empleados. En la primera etapa de su plan de recorte, en diciembre, la empresa desvinculó a unas 70 personas, indicó Vallejo, aunque en un primer momento se anunció que serían 80 colaboradores.
Los funcionarios que dejaron la compañía hasta final del año pasado fueron por renuncias voluntarias, jubilaciones y condición de salud.
Un recorte de personal implica contar con los recursos económicos para las respectivas liquidaciones. Para los 300 empleados previstos para este año, Garzón estima que se requerirá de alrededor de USD 6 millones.
Para Christian González, exgerente de la compañía aeronáutica, es prioritaria una reestructuración que permita evaluar los perfiles óptimos que debe mantener la compañía, previo a determinar el exceso de empleados con que cuenta la firma.
“300 personas me parece una cantidad muy alta. Anteriormente se identificó que con la reestructuración de Tame debían salir entre 100 y 150 personas”, recordó.
El exgerente indicó que la aerolínea también tiene vacantes por sacar a concurso, principalmente en el área de atención al pasajero.
Otra de las acciones que está tomando Tame como parte de su plan de reestructuración es la cancelación de rutas no rentables.
El pasado 3 de febrero, la firma realizó su último vuelo en la ruta Quito-Bogotá-Caracas. La disminución de la demanda de boletos hacia ese destino y los problemas de seguridad en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, en Caracas, provocaron el cierre.
Hasta octubre del año pasado, Venezuela mantenía una deuda de USD 6 millones con Tame por la venta de boletos en bolívares que no se habían convertido a dólares. Esa deuda ya se liquidó, aseguró la compañía.
El Presidente de Emco adelantó que otro factor que contribuirá a aliviar los flujos de caja de la compañía estatal es la contratación de un préstamo con el Ministerio de Finanzas, de USD 158 millones, por un plazo de 20 años.
“Esto permitirá pagar las deudas a corto plazo, pero el efecto será a largo plazo”, subrayó el funcionario. Garzón estima que en junio de este año la empresa logrará tener un flujo de caja positivo.
Hasta noviembre pasado, las deudas de la aerolínea ascendían a USD 194 millones, de ese monto USD 175 millones correspondían a deudas a largo plazo y USD 19 millones a cuentas por pagar a proveedores, a corto plazo.
Otra medida que forma parte del programa de reestructuración es la venta de 11 bienes inmuebles, valorados en USD 4,7 millones, y su flota propia, correspondiente a cinco aviones.
En contexto
La aerolínea estatal anunció un plan de reestructuración a mediados del año pasado. La firma también anunció que dejaría de volar las rutas internacionales no rentables para concentrarse en fortalecer las frecuencias en el mercado local.