La Casa Somos de Chiriyacu es uno de los lugares que desarrolla talleres dirigidos especialmente a niños. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Es más que un momento para jugar fútbol, cantar, actuar y reír a carcajadas. Un campamento vacacional es el lugar donde los niños van, sobre todo, a hacer amigos.
En la capital, se pueden encontrar campamentos con precios que varían entre USD 80 y 400 al mes, pero hay también aquellas alternativas gratuitas, como las que lleva a cabo el Municipio de Quito y que están distribuidas a lo largo de toda la ciudad.
Un total de 220 campamentos están en manos de la Secretaría General de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana, lo que incluye colonias en 450 barrios. Además, hay talleres organizados por la Dirección Metropolitana de Deporte y Recreación, por la Unidad Patronato San José, la Casa Saber Pega Full… En total, entre todas las dependencias, recibirán a no menos de 25 000 niños de todo el Distrito.
En las cuatro Casas Metro Juventudes (ubicadas en el Centro, Quitumbe, Eloy Alfaro y Calderón) se dictarán talleres gratuitos de arte, danza, deporte, música, chocolatería…
Estos campamentos vacacionales son dirigidos a jóvenes de 14 a 29 años, y están organizados por el Patronato San José. Estos beneficiarán a más de 2 000 chicos. Los interesados pueden llamar al 228 2463.
La Casa Saber Pega Full también abrió sus colonias para recibir a chicos de 10 a 21 años. Arrancarán el 24 de julio, se dictarán de 08:30 a 13:00, y durarán tres semanas.
Se llevarán a efecto talleres de danza aérea, artes marciales, música, belleza, parkourt, break dance, salsa choque, diseño gráfico y repostería. Además, habrá salidas guiadas.
Las inscripciones son en la calle Rocafuerte Oe8-89 entre Imbabura y Chimborazo. Debe presentar una copia de cédula y un número de teléfono.
La Dirección Metropolitana de Deporte y Recreación también ofrece cursos vacacionales que se realizarán en el Centro Deportivo Metropolitano Iñaquito, en la av. Atahualpa E2-80 entre Iñaquito y Núñez de Vela. Pueden participar niños de 6 a 17 años que deseen practicar deportes como tenis, natación, básquet…
Los interesados pueden inscribirse desde el 3 de julio en la página web. Hay 600 cupos para tres talleres: del 10 al 21 de julio, del 24 de julio al 4 de agosto y del 7 de agosto al 18 de agosto.
Otra alternativa para los niños de 6 a 12 años son los campamentos barriales que se llevarán a cabo del 29 de julio al 10 de agosto, de 08:30 a 12:30.
José Luis Guevara, secretario general de Coordinación Territorial, indicó que las inscripciones estarán abiertas hasta el 4 de julio. Los interesados pueden acercarse a una de las 42 Casas Somos o a la administración zonal a la que pertenezcan.
Las actividades están programadas: se divertirán con juegos tradicionales como el trompo, el baile del tomate, a saltar la cuerda, los tres pies…
Los participantes aprenderán a hacer caretas, cometas, macetas con botellas, saldrán a conocer lugares turísticos y recibirán un ‘lunch’ nutritivo.
Durante los últimos siete años, Ricardo Enríquez, ha asistido al campamento de Jardines del Valle. Jamás pagó un centavo. Primero lo hizo como participante, luego como uno de los monitores voluntarios en estos talleres.
Para él, nada se compara con esas semanas en las que se dedica a compartir su tiempo con los niños. Recordó que cuando estaba en la escuela esperaba que el año lectivo acabara para poder ir a estas colonias, que según dijo, le ayudaron a ser más independiente, responsable y extrovertido.
Hoy, su reto es que ningún niño se aburra, y que descubran sus talentos. El hacer que un niño prefiera salir de su casa, en lugar de pasar horas sentado frente a una tele, un celular o un juego de consola, es más sencillo de lo que parece.
Enríquez aseguró que una vez que el niño vuelve a ensuciarse al correr o escalar se olvida de la tecnología.
“Lo que más me gusta de ser tutor es que vuelvo a ser niño otra vez. Sentir el cariño de los pequeños, su energía, sus abrazos, me da vida”, reveló.
Uno de los puntos clave de los campamentos, que se desarrollarán en los barrios y que requieren una inversión de USD 700 000 al año por parte del Municipio, es que involucran a la comunidad. Esta ocasión más de 2 000 voluntarios serán monitores.
Guevara explicó que se trata de jóvenes vecinos de los barrios, de entre 16 y 25 años, que durante tres meses se capacitaron para saber cómo tratar a los niños, derechos, y para poder llevar a cabo dinámicas que les ayuden a desarrollar destrezas. Además, aprendieron temas relacionados con la salud y primeros auxilios.
Estos campamentos son, para Carmen Grijalva, moradora de la Roldós, más que una buena alternativa, una bendición.
Ella trabaja haciendo quehaceres domésticos en Cotocollao, y asegura que tener un lugar donde dejar a sus dos hijos, de 8 y 11 años, sin tener que pagar, es un gran beneficio. Además, lo hace con tranquilidad porque los tutores que los cuidan son sus vecinos.