Lima, DPA
Un hombre que dice haber sido el contacto chileno para el supuesto espionaje al Perú y que afirma estar ahora refugiado en Argentina señaló hoy que actuó así por órdenes de la Fuerza Aérea Chilena (FACH) y que el gobierno estaba informado, en una entrevista telefónica concedida a la radio limeña RPP.
“Tengo que decirles que el gobierno chileno le está mintiendo a la República del Perú, porque nosotros fuimos contratados, nos ordenó el comandante en jefe de la FACH (general Ricardo Ortega) que hagamos el trabajo”, afirmó el hombre, que dijo llamarse Juan José Soto Vargas y ser un médico vinculado a los servicios de Inteligencia.
“El gobierno chileno nos ordenó que hiciéramos una investigación de carácter secreto sobre los movimientos de las tropas militares, de la población de Perú”, afirmó el hombre, quien en los contactos usaba supuestamente el nombre ficticio de “Víctor Vergara Rojas”. “En este momento estoy acá, en la República de Argentina. Tuvimos que fugarnos de Chile porque en este tipo de cosas la solución que tienen los gobiernos es matar a las personas que los pueden utilizar”, agregó.
“Vergara Rojas” es el hombre que en los mails que le fueron incautados al presunto espía peruano Víctor Ariza le pregunta por los equipos y movimientos de que dispone la Fuerza Aérea Peruana (FAP), institución de la que éste último es suboficial.
El gobierno de Chile niega enfáticamente el espionaje y desmiente que haya en sus filas alguien que lleve el nombre de Víctor Vergara Rojas o de alguno de los otros supuestos contactos chilenos en la operación mencionados por el Perú en sus pruebas. “(Se) nos ordenó que hiciéramos un contacto en la agregaduría aérea del Perú en la embajada (en Santiago) con la persona que invoca la prensa (Ariza).
Y hemos recibido nosotros cantidad de documentación secreta de parte del enlace y eso se lo hemos entregado al general Ortega”, señaló el supuesto Soto Vargas. “Todo estaba en conocimiento del jefe de la FACH, de la presidenta (Michelle) Bachelet y también del canciller Mariano Fernández”, agregó.
Cuando se descubrió todo “se nos vino el mundo encima”, dijo el presunto contacto, porque, señaló, a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos en Sudámerica no hay protección en esos casos para los agentes. “He solicitado la semana pasada urgente que por favor nos den asilo político (en el Perú) y nadie nos acogió.
Somos como cinco personas las que estamos en Argentina, todos ex oficiales, porque ya nos dieron de baja en la fuerza chilena”, agregó. “Lo único que hacen en Chile a los chilenos (es que) en vez de ayudarlos los perjudican. El gobierno de la señora Bachelet ha sido muy miserable. Nosotros hemos hecho un trabajo a la patria y lo hicimos con altura y nos han jodido”, añadió el supuesto espía.
El espionaje supuestamente hecho a través de Ariza y otros miembros de la FAP tensionó gravemente las relaciones entre los dos países. El Perú espera que Chile investigue el caso y tome decisiones, o de lo contrario, anunció, “revisará” las relaciones.