La Nación, Costa Rica. GDA
El cantante británico Sting, de 58 años, decidió experimentar con nuevos sonidos, esos que le recuerdan las largas noches blancas de fin de año, la nieve y el frío. ‘If on a winter’s night’ es el nombre de la nueva producción del ex integrante de la exitosa banda The Police.
El nuevo sonido clásico de Sting
Este es el segundo disco que produce con corte clásico. En su álbum anterior, Songs from the Labyrinth, interpretó música renacentista del compositor inglés John Dowland (1563-1626).
Aseguró que no grabará un disco sobre la primavera, pues no piensa copiar ‘las Cuatro Estaciones de Vivaldi’.
Gordon Mathew Summer, verdadero nombre de Sting, se considera una persona de invierno, ya que “es la estación de la imaginación y de los fantasmas y un momento lleno de magia”. Además, Sting desea ofrecer una propuesta refrescante y nueva.
El álbum contiene algunos covers de canciones de cuna y villancicos tradicionales de las islas británicas. Además, y según datos del sitio web www.actualidadmusica.com, trae dos composiciones de Sting: Lullaby for an anxious ghild y The hounds of winter .
También incluye una reelaboración musical de Der Leiermann, que Sting tradujo, reinterpretó y tituló Hurdy, Gurdy Man. La pieza pertenece al clásico ciclo de canciones invernales de Winterreise (Viaje de invierno), del compositor austriaco Franz Schubert. El disco también presenta una versión de Now winter comes slowly (Ahora el invierno viene lentamente), del compositor barroco inglés del siglo XVII Henry Purcell.
Nada de Santa Claus. Acerca de la idea de lanzar un disco con temática invernal, Sting explicó, en una entrevista concedida a la agencia DPA, que el sello (Deutsche Grammophon) le sugirió que hiciera un álbum navideño. “Y dije: no, no, no y no. No me gustan los temas sobre el reno Rodolfo, Santa Claus o Frosty, el muñeco de nieve. Me aburren. Pero sí me propuse hacer un álbum sobre canciones y baladas medievales de invierno”, afirmó .
El intérprete admitió que el disco sí contiene algo sobre la Navidad, pues “es el día más importante del invierno”, hecho que ilustra en Cherry tree carol (Villancico del árbol de cereza).
No obstante, él explicó que presenta un contexto más amplio, pues muchos símbolos de las fiestas invernales son más antiguos que el cristianismo, lo cual lo empujó a enfocarse más en el cambio de año que en la salvación y en otros temas religiosos.
Este trabajo fue realizado en colaboración con el productor y arreglista Robert Sadin.
Asimismo, lo acompañó su amigo y colega de muchos años, el guitarrista Dominic Miller, a quien define como su “mano derecha e izquierda durante casi 20 años”.
Para crear este disco, Sting invitó a músicos especializados en variados instrumentos, tales como Kathryn Tickell (pequeña gaita de Northumbria), Julian Sutton (acordeón diatónico a botones o melodeón), Mary Macmaster (arpa), Vincent Ségal (chelo) y Daniel Hope (violinista), entre otros.
Sting ha querido plasmar la magia y el misterio del invierno en esta nueva colección de canciones, que grabó en su casa, situada en una colina de la Toscana italiana, lugar que se ha convertido en su hogar y su retiro durante la última década y en la que ha vivido implacables inviernos.
Además, Sting relató que “hay algo en el invierno que es fundamental, misterioso, completamente irreemplazable, y algo que es a la vez deprimente y profundamente hermoso. Es algo esencial para este mito de nosotros mismos y para la historia de la humanidad”.