Singapur es otra de las ciudades que regula el tránsito por medio de un sistema de restricción vehicular. El control, conocido como pago electrónico de rodaje, comenzó en 1998 y es el que actualmente se mantiene en el centro de la ciudad. Pero antes de implementar el cobro magnético, ya se restringía a los carros por medio de la venta de tiques.
755 000 carros
circulan en el país, de ese número 438 000 son vehículos privados.
El sistema actual es similar a un peaje electrónico. Los autos tienen incorporado un sistema de unidad de vehículo, que es un dispositivo conectado al parabrisas y que contiene una tarjeta de pago, la cual se registra al momento de pasar por uno de los 27 detectores que están ubicados en todo el centro. El costo del peaje se debita directamente de la tarjeta.
El costo del peaje va desde los USD 0,50 centavos hasta los USD 2,50 dependiendo de la hora en la que el auto ingrese al centro.
La restricción solo se aplica de lunes a viernes desde las 07:30 hasta las 09:30, mientras que el fin de semana el ingreso al centro de la ciudad es gratuito.
La medida que se inició en 1975 trató de reducir la cantidad de carros que pasaban por el sector. Antes de la restricción vehicular, la circulación por el centro era caótico y según datos del Gobierno de Singapur, circular por las calles del centro durante las horas pico era casi imposible. La velocidad media con la que se circulaba un carro por el sector era de 45 km/h, esto empeoraba durante las horas pico.
Este modo de regulación electrónico fue uno de los primeros implementados en el mundo. Y, según datos de la página del Gobierno de Singapur, es uno de los sistemas más justos de limitación vehicular, que no solo regula el tránsito sino que también controla el pago equitativo de la utilización que le da un carro a un carretera o vía por la que circula. Es por esto que un carro que no tenga la tarjeta no podrá ingresar al centro.