El avance de las elecciones latinoamericanas en el Mundial de Brasil 2014, junto a la caÃda temprana de selecciones europeas, muchas de ellas favoritas al tÃtulo, ha sido “fatal” para las prostitutas de RÃo de Janeiro. “Si pensaba ganar 1.000, ahora sé que ganaré 100”, ejemplificó Rita, de 26 años, quien “para” en un conocido bar de Copacabana en el cual contacta a potenciales clientes. “Esta Copa nos arruinó”, acotó, más directa, Laura.
Según ella, los hinchas de las selecciones sudamericanas “no pagan nada, no tienen un real, lloran por todo, quieren todo gratis, por una miseria”, agregó la mujer de 31 años.
Las trabajadoras sexuales cariocas esperaban que, además de los estadounidenses, los europeos se quedaran más tiempo en el paÃs, “hasta casi la final”, en lugar de los “latinos”.
“Acá todos nos subieron los precios: moteles, pensiones, los ‘butecos’ (cantinas) en los que comemos. Ahora es todo perjuicio”, lamentó Rita.
Amanda, una morena que atrae todas las miradas a su paso, tiene 28 años, y ejerce la prostitución desde hace siete años, cuenta por ejemplo que mientras los estadounidenses y los europeos pagan 400 reales (USD 182) por “programa”, es decir, por una salida de no más de un par de horas, los latinoamericanos pagan “con suerte” 150.
“Es mucha diferencia. ¿Para qué los queremos aquÃ? Por mà que se vayan. Pero solo hay de ellos. Algún alemán por ahà contento porque hoy ganó y los estadounidenses, pero auténtica multitud, solo hay de por acá”. Todas coinciden en que los “americanos”, como les llaman a los turistas de Estados Unidos, son “los mejores”. “Tienen plata en el bolsillo y no la amarran”.
Los uruguayos, a su vez, fueron catalogados por Rita como “amorosos”, aunque tampoco son propensos, por lo que dijo, a pagar con generosidad.
“Creo que de verdad no tienen dinero”, opinó. “Pero lindos, realmente lindos, para mÃ, son los angoleños. Tienen el color de mi piel, negro, brillante, intenso. Los africanos que sirven son los que viven aquà en RÃo, que trabajan en empresas grandes. Esos tienen dinero”, relató Amanda. La expectativa de las chicas en relación a la clientela durante el certamen sigue la lÃnea de la que muchos tenÃan respecto a lo que sucederÃa dentro de las canchas.
Nadie esperaba que España, Italia e Inglaterra quedaran por el camino y no avanzaran siquiera a los octavos de final. Tampoco nadie previó que Costa Rica, la “cenicienta” del “grupo de la muerte”, quedara primera e invicta en su zona; ni que los chilenos invadieran literalmente RÃo de Janeiro, al igual que los argentinos y en menor número los mexicanos.
Las sorpresas sobre el campo no sólo tienen efectos en el cuadro de Brasil 2014, sino que, según parece, se infiltran en cada rincón del paÃs anfitrión, incluso dentro de las alcobas.