Los tres judiciales dejaron el Centro de Detención Provisional (CDP) el pasado viernes y fueron llevados a una clínica particular de Quito.
Los funcionarios estaban detenidos desde el pasado 12 de mayo por un supuesto cohecho.
Ese día, los agentes detuvieron a nueve funcionarios judiciales, entre ellos a dos jueces. Esto, porque supuestamente los encontraban en flagrancia, cuando presuntamente cobraban a cambio de tramitar puestos.
Pero la semana pasada, el presidente subrogante de la Segunda Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia, Felipe Granda, dispuso el traslado de Helmut L., Jorge M., y Esteban M. a una clínica. En el oficio que el secretario relator de la Sala Penal, Honorato Jara, envío al CDP, se indicó que los tres “se encuentran en un muy mal estado de salud”.
Según ese documento, las conclusiones de las experticias sugieren que los judiciales sean reconocidos y valorados por un médico de especialidad y que se realicen exámenes complementarios y de imágenes.
Sin embargo, fuentes carcelarias señalaron ayer que las pruebas realizadas por sus médicos no detectaron problemas en la salud de los tres, por lo que no ameritaba el traslado.
Por ello, ayer se pidió a la Dirección Nacional de Rehabilitación que se permita realizar nuevos chequeos para cotejar con los que realicen los especialistas de la clínica privada.
En el oficio remitido por Jara y al que accedió este Diario se dice que el traslado de los tres judiciales al centro de salud se realizará bajo la custodia de guías.