El policía Luis Armijos es un testigo clave en el esclarecimiento de la muerte de dos jóvenes en Orellana. Víctor Naranjo, de 27 años; y Pedro Velasco, de 24, fueron linchados y quemados por una turba en la comunidad quichua 25 de Agosto II, en el cantón Loreto.
Armijos atendió la llamada de emergencia que se hizo poco después de que se produjeran las muertes y acudió al sitio con dos gendarmes. Allí vio que “una mujer echó combustible sobre los fallecidos para avivar el fuego”.
Los uniformados trataron de evitarlo, pero un grupo de indígenas los amenazaron con lanzas. “Estaban muy alterados. No aceptaban que miembros de la Policía lleguen a su comunidad”.
Según la Policía, se trató de recuperar los cuerpos de los dos colonos, pero los indígenas se opusieron. “Tuvimos que tomar procedimiento y rescatar como sea a los cuerpos humeantes”.Armijos identificó a las personas que se adjudicaron el asesinato y que trataron de agredirlos y luego el Ministerio Público ordenó su detención. Las ocho personas permanecen desde el lunes en los calabozos de la Policía Judicial de Orellana.
El alcalde de Loreto, René Grefa, de nacionalidad quichua, los visitó tras enterarse del doble crimen. Dijo que los detenidos comentaron que actuaron en defensa propia, porque Naranjo y Velasco amenazaron de muerte a dos jóvenes indígenas de la comunidad 25 de Agosto II.
Habría ocurrido en medio de una fiesta comunal, que se desarrolló el sábado y se prolongó hasta el siguiente día.