“Ni una más”, gritaron cerca de 30 personas en el plantón organizado por la Asamblea Permanente de Derechos Humanos del Ecuador (Apdh). Varios conductores apoyaron la iniciativa haciendo sonar los pitos de sus autos. Globos lilas, consignas y letreros contra la violencia de género también caracterizaron la convocatoria.
La manifestación pacífica se concentró frente a la Embajada de Colombia en Quito desde las 10:00. Esta actividad es parte de la Jornada de Duelo y Dignidad por todas las mujeres víctimas de violencia en Ecuador, Colombia y Latinoamérica.
Con esta acción, la organización de DD.HH. busca visibilizar y sensibilizar sobre el femicidio presente en Ecuador, Colombia y el resto de Latinoamérica.
El caso que incentiva esta protesta a nivel regional es el de Rosa Elvira Cely. Ella fue violada y sometida a una tortura llamada empalamiento -que consiste en atravesar a la víctima con un palo- el pasado 29 de en plena Plaza Nacional, en pleno centro de la capital colombiana.
Rosa, de 35 años, falleció tras cuatro días de agonía. Según Ivanna Carrillo, de Apdh Ecuador, la inoperancia de la Policía y las deficiencias en el sistema de salud en Colombia ocasionaron la muerte de esta mujer.
Los datos difundidos por organizaciones de DD.HH. sobre este caso revelan la Policía recibió una llamada de auxilio a la 01:00 de la madrugada, pero llegó a la Plaza a las 07:00 y encontró a Rosa con hipotermia y asfixia. Además, a Rosa le habrían negado atención médica en dos hospitales, uno público y otro privado. Este último habría argumentado que la mujer no tenía seguro.
Las autoridades ofrecieron 10 millones de pesos (aproximadamente USD 5 000) a quien dé pistas sobre el caso y hasta el momento existen dos personas detenidas.
Carrillo enfatizó que si bien el asesinato de Rosa motiva esta convocatoria ella no es la única mujer que ha debido enfrentar violencia de género. “Hay muchas Rosas Elviras aquí en Ecuador, en todos los países”.
Asimismo, señaló que Rosa, quien soñaba con ser psicóloga, desde mucho antes “fue víctima de la desatención del Estado”. A los 35 años, ella cursaba la secundaria y al parecer atravesaba condiciones económicas no favorables. Según la activista, Rosa vendía caramelos.
Por su lado, Leonardo García, asistente a la protesta, afirmó que es importante que América Latina se una para protestar “frente a la violencia sistemática contra las mujeres, frente a los femicidios, a la violencia doméstica”.
Reconoció que pese a la poca asistencia al plantón, desde otros espacios se discute sobre estos temas. “No nos vamos a quedar callados, esta es simplemente la punta del iceberg”, añadió. Carrillo considera que hay gente que no se da cita por falta de información y difusión del evento.
Pasadas las once, una comisión subió a las oficinas de la Embajada. Ahí una sola persona fue recibida por un encargado de asuntos económicos. Esta realizó la entrega del comunicado y una carta mundial de repudio por “brutal asesinato de Rosa Elvira y miles de mujeres más en nuestra América”.
La carta mundial fue entregada también en Colombia en una concentración que convocó a miles de personas, según los organizadores, y la semana pasada en la embajada colombiana en México DF. La próxima semana la convocatoria se extiende hasta Argentina, en la que pretenden entregar el mismo documento.