El pedazo de papel estaba pegado con cinta adhesiva en la puerta de vidrio de uno de los juzgados de la Niñez y Adolescencia del Palacio de Justicia. En este resaltaba el mensaje: ‘Horario de atención al público de 09:00 a 12:00’.
Frente al cartel, ocho mujeres esperaban con impaciencia ser atendidas. En sus manos llevaban carpetas con los documentos de sus juicios de alimentos pendientes. Otras cargaban a sus hijos y dialogaban con sus abogados.
Cuando ya dieron las 12:00 de ayer, un hombre de ojos verdes y cabello cano les dijo desde la ventanilla que “la atención terminó; mil disculpas por cerrar, pero si continuamos (los jefes) nos reclaman y no queremos problemas”.
En ese momento, las usuarias se quejaron en voz alta ante el funcionario. “Toda la mañana aquí y nada”, “falté a mi trabajo y no puedo agilizar estos trámites ¡hasta cuándo!”, “¡Ayúdenos señor!…”.
Tras escucharlas , el funcionario cerró la ventanilla y terminó la atención. Las mujeres se reunieron en el pasillo para conversar y recordaron que, en agosto del año pasado, el Pleno del Consejo de la Judicatura de Transición (CJT) dispuso que la atención a la gente sea de 08:00 a 17:00, sin interrupción a la hora del almuerzo.
Paralelamente, los judiciales tenían que laborar los sábados mientras dure el Decreto de Excepción emitido por el presidente Rafael Correa. Según la resolución, en los juzgados se deberá distribuir al personal para que estos no cierren al mediodía y que, en la hora de la comida, los servidores salgan de forma alternada.
Sin embargo, las usuarias se preguntaban ¿qué pasó con esa medida?, ¿por qué solo nos atienden hasta las 12:00?, ¿qué pasa?
Por disposición del oficio circular número 081-DG-CJ-12-DR, el Consejo de Judicatura comunicó que a partir del 2 de mayo de este año, “el horario de atención al público, a escala nacional, será de 09:00 a 12:00, estableciéndose la hora del almuerzo de 12:30 a 13:30 para los servidores”.
En ese grupo de mujeres estaba Yolanda Campos, de 35 años, quien vive en Quito desde 1994. La oriunda del Valle del Chota (Imbabura) tramita su juicio de alimentos desde el 2011. A las 09:00 de ayer llegó al juzgado para conocer cómo avanza su caso, pero dice que “no hay rapidez”.
Ella perdió dos empleos para estar pendiente de las diligencias. Antes laboró como empleada doméstica y también cuidaba personas de la tercera edad. Narra que necesita la pensión para sus hijos porque su salario no le alcanza.
A la semana, Campos le paga USD 30 a su abogado para gestionar el ingreso de documentos al juzgado. Cuando se le termina el dinero, abandona el caso hasta reunir más plata y continuar. “Hoy trabajo en una lavadora de ropa y me dieron permiso para seguir con el papeleo. Lamentablemente eso no sirve porque este día (ayer) no me atendieron”.
Lo mismo le ocurre a Liliana Chapi, de 27 años. Ella trabaja como guardia de seguridad y tiene que gastar USD 160 a la semana para los trámites. Con su mirada perdida en la ventanilla del juzgado, indica que su sueldo mensual no es suficiente para mantener a su familia. Por eso, los fines de semana trabaja en un restaurante.
A las 12:30, los funcionarios judiciales cierran las puertas de las oficinas y salen a comer en los restaurantes aledaños al Palacio de Justicia. En las puertas del edificio se ubicaron dos policías que vestían trajes verde olivo con botas negras y custodiaban el ingreso de personas. La atención se reanuda una hora después.
Fuentes del CJT indicaron que solamente en los juzgados penales y civiles se atiende de 09:00 a 12:00. “Eso no significa que las puertas se cierran completamente. Si alguien necesita dejar un documento, lo puede hacer”.
Por la tarde, añaden, los secretarios se encargan de despachar los juicios mientras que los jueces emiten las resoluciones. Sus labores finalizan a las 17:00.
A las 13:30 de ayer, las puertas de las oficinas que tratan los casos de tránsito se abrieron. Uniformados llegaban a dejar los partes policiales y personas se aglutinaban en las puertas para preguntar sobre los avances en sus trámites.
La atención en esas dependencias finalizó a las 17:00. En los juzgados de inquilinato y penales, la atención a las personas también finaliza al mediodía. En una de las salas que funciona en el edificio Benalcázar 1000 opera una ventanilla que recepta la documentación de personas que acuden allí para ver sus casos. En las dependencias donde funciona Inquilinato, un piso más abajo, ocurre lo mismo. Allí, un guardia se ubica en la puerta y no permite el acceso a la gente. Solo pasar quienes ingresen documentos.
Aspirantes a jueces
La rendición de pruebas psicológicas y teóricas de los postulantes que aspiran a llenar cargos como jueces, juezas, notarios y notarias, a escala nacional, concluyeron este miércoles.
Según el CJT, 3 471 aspirantes rindieron las pruebas psicológicas y, en forma simultánea, 3 309 la evaluación teórica en Quito, Cuenca, Guayaquil y Ambato.
La Dirección Nacional de Personal del CJT tiene previsto presentar un informe de las evaluaciones teóricas y psicológicas durante los próximos días para dar paso a las notificaciones.
La segunda semana de diciembre iniciará la prueba práctica (sobre 30 puntos) que consiste en un simulacro de audiencias o diligencias judiciales.