La tarde de ayer, lunes 10 de febrero de 2014, el Ministerio del Interior reabrió las últimas ocho Unidades de Policía Comunitaria (UPC) en el centro norte de Quito.
Entre el jueves y sábado pasados, la Secretaría de Estado reinauguró otras 38 bases ubicadas en barrios populares del sur.
Lino Proaño, comandante del Distrito Metropolitano de Quito, recordó ayer que el cierre de las UPC inició en agosto pasado y obedeció a ” la implementación de un modelo de gestión realizado por laSecretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades)“.
El oficial agregó que ese diseño dividió a Quito en 9 distritos, 92 circuitos y 258 subcircuitos. “De acuerdo a esto, en cada subcircuito debía existir una UPC con 16 o 22 policías”.
Antes de ese reordenamiento, la capital tenía 320 UPC, según la Policía Nacional.
El 12 de agosto pasado, en su portal web, la Senplades señaló en un comunicado que “se ha diseñado una herramienta para construir equidad territorial a través de la presencia equilibrada de instituciones públicas en los distritos administrativos, mediante los establecimientos prestadores de servicios como UPC, Unidades del Milenio, Unidades de Salud, Centros Infantiles del Buen Vivir”.
No obstante, los vecinos de los barrios afectados por el cierre de los complejos policiales se quejaron del aumento de la venta de drogas, hurtos y robos.
Las protestas de la comunidad obligaron al Gobierno Nacional a reabrir 46 UPC en la capital, desde el jueves pasado hasta la tarde de ayer.
Proaño reconoció que “hubo reclamos de la ciudadanía” y señaló que el modelo de gestión y el posterior cierre de las unidades “lastimosamente hizo que haya poca presencia policial en los territorios”.
El oficial reveló que los uniformados que reforzarán los puestos que fueron reabiertos forman parte del grupo que se graduó recientemente en Guayaquil y en Quito. Así como los 95 agentes que terminaron el curso de formación en Loja.