En menos de un mes robaron mi casa en dos ocasiones. Creo que los delincuentes abrieron las cerraduras con una llave maestra, porque las puertas de mi domicilio no fueron forjadas.
La primera ocasión los sospechosos ingresaron en la madrugada, cuando toda la familia dormía. Nadie sintió nada, fue algo raro porque mi esposo cuando escucha que los perros ladran, lo primero que hace es levantarse a mirar por la ventana.
Quienes nos robaron tuvieron tiempo para revisar por completo lo que había en la sala, el comedor y la cocina. No subieron a los dormitorios. Se llevaron dos tanques de gas, un microondas, el equipo de sonido, entre otros objetos.
Recuerdo que me levanté a las 06:00 y miré que la puerta de ingreso estaba semiabierta. Me asusté. Pensé que alguien se encontraba escondido en el interior. Mis hijos y mi esposo bajaron a inspeccionar, pero no encontraron nada. Luego nos dimos cuenta que los electrodomésticos ya no estaban. La pérdida fue de aproximadamente USD 5 000.
Preguntamos a los vecinos si vieron algo, pero ninguno se percató de lo ocurrido. Creo que nos pusieron alguna sustancia para dormirnos. Luego presentamos la denuncia en la Policía, pero hasta hoy no hay resultados.
Cambiamos las cerraduras de todas las puertas de la casa. Pensé que estaríamos seguros, pero no. A los 28 días del atraco, los sospechosos entraron otra vez a mi casa. Lo misterioso es que nuevamente ingresaron sin romper las chapas. Creo que alguien consiguió las réplicas de las llaves y entraron sin problemas. Se sustrajeron una maleta llena de herramientas de carpintería, una minicomputadora y otros artefactos.
Los perpetradores se llevaron esa bolsa de herramientas que era de mi esposo. Esta pérdida fue de unos USD 3 000. El robo fue similar al anterior. Fuimos a presentar la denuncia en la Fiscalía pero no hemos sacado nada, solo perdimos tiempo y dinero. Sin resultado alguno.
Ahora optamos por poner más seguridad y alarmas que detectan movimiento. Desde entonces nadie ha entrado a la casa.
También colocamos pulsadores para activar las alarmas comunitarias y los vecinos están más pendientes de las viviendas. Cuando ellos ven algo sospechoso las activan. Eso dio buenos resultados. Casi no confiamos en la Policía, cuando les llamamos no vienen. Por eso el barrio se organizó para luchar contra la delincuencia. Ya no hay asaltos y vivimos más tranquilos en nuestro hogar, pero sin descuidar nuestra seguridad.