En Nueva Loja (Sucumbíos) se desarrolló ayer una audiencia de formulación de cargos en contra de tres militares ecuatorianos: dos capitanes y un general. Ellos son investigados por la muerte de los colombianos Sabino Timoté, Orlando Tapia y el ecuatoriano Omitar Tamayo. Los tres fueron abaleados en la comunidad 18 de Noviembre, en enero de este año. Según el Ejército, los hechos ocurrieron durante el operativo Septentrión I, que se desarrolló en la frontera norte. Los fallecidos, supuestamente integrantes de un grupo armado irregular, habrían desobedecido la orden de la patrulla ecuatoriana de detener la lancha en la que se transportaban y luego abrieron fuego contra los soldados. Ellos respondieron, según el Ejército.El caso es indagado por el fiscal de Sucumbíos, Francisco Revelo. Él dijo ayer, en la audiencia fiscal, que no halló bases para solicitar la prisión preventiva de los militares, pero sí para iniciar un juicio por delitos contra la vida. Luego del proceso, el juez que conoció la causa, Francisco Revelo, deberá emitir un fallo acusatorio o absolutorio contra los procesados. Según Revelo, la defensa dijo que los capitanes solo “cumplieron órdenes” y que actuaron con base en los procedimientos establecidos para estos casos. Según Inteligencia, la comunidad 18 de Noviembre es frecuentada por integrantes de las FARC para descansar luego de los enfrentamientos en Colombia y para aprovisionarse de víveres y pertrechos. Sus pobladores, en cambio, aseguran que el Ejército aprovecha ese argumento para cometer abusos.