Los extranjeros decían sentirse engañados. Eran 32 y la mañana de ayer llegaron al aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Los policías impidieron que el grupo salga de la terminal aérea y detuvieron al hombre que los trajo. Dameus B., quien vestía de religioso, fue llevado a la Policía Judicial (PJ) acusado de supuesta estafa. Los otros hombres, quienes también llevaban hábito de sacerdotes, aseguraron que el aprehendido les ofreció oportunidades de estudio en Ecuador.
Dameus B. ya era seguido por la Policía ecuatoriana, pues sobre él pesaba una denuncia que interpusieron dos extranjeros que también fueron traídos por él anteriormente. El detenido llegó a la PJ cerca de las 11:00. Allí fue fotografiado por agentes y cerca del mediodía llegaron sus abogados.
Eloy Albán, su defensor, aseguró que las acusaciones son falsas y que lo único que hizo el extranjero fue “ayudar moral y económicamente” a los dos denunciantes.
Un agente encubierto que actuó en la aprehensión dijo que lo único que hicieron es “efectivizar una orden de detención que estaba vigente en su contra”.
Según el abogado Albán, los acusadores sostienen que al grupo religioso al que pertenece el aprehendido pagaron entre 2 000 y USD 3 000.
Pero Inteligencia de la Policía señala que los afectados entregaron hasta USD 5 000.
Aracely Granda, otra abogada del extranjero detenido, aseguró que su cliente pertenece a la congregación católica Buen Pastor.
“Cuando llegamos acá nos dimos cuenta que nos engañó. Él nos prometió que nos iba a dar bolsa de estudios en ciencias políticas”, indicó otro extranjero.
Mientras estaba en la Policía Judicial, el religioso permanecía en silencio. Y los agentes buscaban un traductor para que se inicie la audiencia para determinar si cometió delito o no. Hasta el cierre de esta edición la diligencia continuaba. El resto de extranjeros esperaba la deportación a su país.