Los prisioneros son sometidos a la “fuerza bruta”, a golpizas y a sofocamiento con gas. A otros se les aplica corriente eléctrica en “varias partes del cuerpo”, incluso en los genitales. Estos relatos constan en el informe de 247 páginas que la Comisión Interamericana de DD.HH. (CIDH) presentó ayer sobre derechos humanos de los presos en las Américas.
En esa investigación, el organismo señala a la Policía Judicial como actora de torturas hacia los prisioneros. Esto, durante la investigación criminal . “Los malos tratos de agentes parecen ser comunes durante las primeras fases de la detención”, se indica.
Luego se advierte que “algunos internos” denunciaron haber sido torturados mientras eran interrogados en los calabozos de la PJ de Pichincha y que los golpeaban con un bastón o matraca que precisamente contenía la inscripción de derechos humanos.
Con base en datos que una Relatoría de Personas Privadas de Libertad de la OEA recogió en el continente en el 2010, la CIDH señala que en Ecuador la Policía Judicial “parece actuar” sin que un órgano externo lo controle y “con total impunidad”.
Fue precisamente esa Relatoría la que recogió la versión de la Federación de Mujeres de Sucumbíos, que indicó que en el Centro de Detención Provisional de Lago Agrio se han reportado casos de malos tratos físicos y psicológicos.
Se cita, por ejemplo, que los internos son sometidos a toques eléctricos en los genitales y que los encapuchan y los golpean.
Las alertas sobre torturas perpetradas por la Policía ya lo alertó en julio del 2010 el relator especial sobre ejecuciones extrajudiciales de la ONU, Philip Alston.
El funcionario aseguró que halló casos de muertes ocasionadas “por torturas o balazos durante operativos realizados por las fuerzas del orden público”. También dijo que “algunos sospechosos y otros tipos de personas han sido asesinadas por la Policía, cuando simplemente tenían que haberlos capturado. Y hay policías involucrados en casos de sicariato”.
En el informe de la CIDH se advierte además que el empleo de la tortura en una investigación criminal “ha sido ampliamente documentada, tanto por este organismo, como por otros mecanismos internacionales de monitoreo”. Esos estudios se realizaron en países como México, Paraguay, Ecuador, Brasil y “de forma muy concreta en la base naval de Guantánamo de EE.UU”.
La tortura en las cárceles
La Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (Cedhu) reconoció que es una práctica común que en los calabozos de la Policía Judicial y en la Unidad Antinarcóticos se encuentren personas que han sido torturadas durante procesos de investigación.
Según ese organismo, “en muchos casos a ellas no se les brinda atención médica a fin de que no queden evidencias de la tortura, y solamente son trasladados a los centros de reclusión a cargo del sistema penitenciario del país una vez que hayan desaparecido las huellas físicas”.
En el 2005, la Comisión ya recibió información que revelaba la existencia en Ecuador de la práctica sistemática de someter incomunicación y a otros castigos físicos y psicológicos a aquellas personas privadas de libertad que son recapturadas luego de evadirse o intentar evadir las seguridades de los centros penitenciarios.
¿Cuáles son la razones de la tortura? La CIDH delinea algunas posibles causas: falta de capacitación, equipos y recursos necesarios para que los cuerpos de seguridad encargados de investigar los delitos tengan las herramientas adecuadas para cumplir con sus funciones.
A esto se suman las muertes en las prisiones por hechos violentos entre internos. Entre el 2005 y junio del 2010 hubo 172 casos.
Además, la Relatoría observó que hay una carencia de recursos para proveer alimentos adecuados a los detenidos y que el presupuesto diario de un dólar por preso es insuficiente. Otros problemas como el hacinamiento aún es recurrente y al 2010 solo el 39,86% de 11 440 internos realizaba alguna actividad laboral.
Puntos de vista
Ricardo Morales. Subs. Rehabilitación
‘Antes nadie se acordaba’
Lo que pasa es que los gobiernos anteriores no se interesaron en el tema carcelario y actualmente damos prioridad a este tema. Hoy se están construyendo tres nuevos centros, uno en Guayaquil y los otros dos en Cuenca y en la Sierra centro. También se formó la nueva escuela penitenciaria del Ecuador, lo cual significa que hay cambios significativos. No nos olvidemos de que los anteriores gobiernos se olvidaron de los presos. En lo que respecta al informe, este se presenta a destiempo porque conmigo jamás se reunieron. Eso es obvio porque toma datos del 2010. Más allá de esto, los resultados ya están viéndose. Por ejemplo, un tema importante es la alimentación. Antes del 2010, los reos percibían USD 0,80 por la comida. Ahora, el Régimen destina USD 2,50 para que coman con dignidad.
Wilson Alulema. Jefe de EM de Policía
‘No todo es verdad’
Existe una disposición determinante del mando institucional de la Policía frente a los Derechos Humanos en el país. Esta consiste en una capacitación permanente del personal policial en cuanto al manejo de los DD.HH. y estos son respetados. Pero si es que se produce algún exceso, eso es de responsabilidad de quien incurre en la falta. Si hay denuncias concretas en cuanto a las violaciones de DD.HH, la institución procederá a sancionar. Hemos mejorado significativamente en ese tema con base en las políticas institucionales, la Constitución y el respeto a la decisión de la institución de eliminar cualquier brote de violencia o maltrato a las personas que perdieron la libertad. En cuanto a las denuncias de presuntos abusos cometidos por uniformados en los centros de rehabilitación social, opino que no todo lo que se dice es verdad. A veces la gente trata de justificar sus actos diciendo que la Policía actuó mal y no es así.