En Ecuador existen 52 377 extranjeros en calidad de refugiados. De ese total, según el Ministerio de Relaciones Exteriores, 51 555 son de nacionalidad colombiana, es decir el 98,4 % de la población.
José Luis Guerra, asesor jurídico del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes, asegura que desde el 2002 hubo un “recrudecimiento” del conflicto armado en Colombia y eso motivó la emigración masiva de los afectados hacia los países vecinos.
fakeFCKRemove“Ecuador tuvo que improvisar acciones, porque no se daba abasto para atender a todas las personas”, refiere Guerra. “Hubo restricciones y los reconocimientos de refugio disminuyeron. A muchas personas que merecían ese estatus no se les concedió”.
En el 2009, el Gobierno desarrolló el Sistema de Registro Ampliado en la frontera. Brigadas móviles con miembros de la Cancillería y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) recibieron a solicitantes en zonas urbanas de las provincias de Esmeraldas, Carchi, Sucumbíos, Orellana e Imbabura.
Según el Acnur, hasta el 2008 en Ecuador había 18 735 refugiados colombianos. Luego del Registro Ampliado, la cifra actual es de 51 555.
Flor María Haro, del Centro Familiar de Ayuda al Emigrante, asegura que el proceso tuvo puntos a favor y en contra. Fue positivo en el sentido de que se “resolvió la situación jurídica” de los extranjeros que accedieron al carné de refugiado. “Sin documentos eran explotados, por ejemplo, en los puestos de trabajo”.
Además, dice, el Estado ecuatoriano ahora tiene estadísticas que permiten entender la magnitud de la situación para adoptar políticas públicas. Haro cree que la debilidad del Registro fue que se regularizó a los extranjeros sin que se hiciera un análisis profundo a los solicitantes.
“Se dio a todo el mundo, incluso a los que no lo merecían”. Entre ellos supuestos miembros de grupos irregulares y personas que viven en Colombia y solo cruzan a Ecuador para descansar o escapar de las fuerzas del orden.
En el artículo 1 del Reglamento para la Aplicación en Ecuador de las normas de Refugio se establece que el refugio debe concederse solo a las personas que “debido a un fundado temor de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad”.
fakeFCKRemoveEn Cancillería se asegura que sí hubo control en el proceso de Registro Ampliado. Se la Policía de Migración y Judicial. Así se evitó que personas con antecedentes penales en Ecuador o Colombia se beneficien del asilo. Un requisito era presentar el pasado judicial.
Guerra dice que algunas personas “abusaron” del sistema de refugio, pero que eso no es un pretexto para poner barreras al refugio. “Es un derecho humano que se debe respetar”. Quienes tienen ese estatus, agrega, deben acatar las normas penales ecuatorianas; no están exentos.
Desde 1996, el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes brindó asesoría jurídica gratuita a 1 443 extranjeros. De ese total, 188 personas aseguraron que fueron amenazadas por la guerrilla, 111 por grupos paramilitares y 40 por otros grupos armados.
366 colombianos dijeron que tuvieron que dejar sus hogares en el Valle del Cauca. Otros 144 dijeron ser oriundos de Cundinamarca y 129 de Antioquia.
“En varias provincias (departamentos) como Antioquia y Caldas, los paramilitares son, en número, mayores causantes del desplazamiento que la guerrilla. Sin embargo, en la mayoría de las provincias ocurre lo contrario”, reza un informe del Servicio Jesuita, de diciembre del 2009.
“En las provincias donde más conflicto hay, Valle del Cauca y Cundinamarca, los mayores agentes de persecución son la guerrilla colombiana”.
Según Haro, un reto pendiente en Ecuador es el desarrollo de políticas para integrar a los refugiados con la sociedad local. “Si es que no se acompaña este proceso, la convivencia entre ecuatorianos y colombianos puede convertirse en un problema”.