Los hombres y mujeres que aspiran a formar parte de la Corte Nacional de Justicia se reunieron ayer por primera vez en Quito. Vestían trajes formales y al ingresar al Centro de Convenciones Eugenio Espejo de Quito recibían sobres manilas, con pruebas psicológicas que debían responder.
El llamado fue la segunda fase en el proceso de selección de jueces, compuesto de cinco etapas, que culminará con el nombramiento de los 21 nuevos jueces nacionales de la Corte.
En dos mesas instaladas en el patio del Centro de Convenciones Eugenio Espejo, funcionarios del Consejo de la Judicatura verificaban la identidad de los postulantes, antes de entregarles un gafete con nombres y un número, correspondiente a los cuatro salones previstos para las pruebas.
En cada salón fueron adecuadas 100 sillas. De los 396 concursantes que aprobaron la primera fase (de verificación de requisitos), 20 no se presentaron ayer.
Paulo Rodríguez, presidente del Consejo de la Judicatura de Transición (CJT), argumentó que los aspirantes fueron notificados con la fecha y horas para las pruebas psicológicas escritas y orales (entrevistas). “No conocemos aún el informe de quiénes se ausentaron y los motivos, debemos revisar qué pasó”.
En la fila para el ingreso estaba Edwin Salazar, ex conjuez removido de la Corte Nacional, quien se registró a las 08:30. Dijo que esperaba un proceso transparente. “No existió una sentencia ejecutoriada, fui sobreseído y espero que esto no sea tomado en cuenta en el proceso”, refirió el jurista, quien en enero del 2010, junto con otros dos conjueces, modificó el delito en el caso Filanbanco (de peculado a estafa).
El examen psicológico consistió en 577 preguntas, que no fueron divulgadas a la prensa. “Hay un gran número de buenos abogados, lo que sí espero es que se seleccione a los mejores”, dijo un ex colaborador de la Judicatura, quien aspira a ser juez nacional.
Edwin Campaña, ex dirigente del MPD, y Raúl Ilaquiche, cercano a Pachakutik y esposo de la asambleísta Lourdes Tibán, también estuvieron entre los concurrentes a rendir las pruebas.
Ellos coincidieron en que hasta ahora el proceso parece ser transparente, “aunque después de estas pruebas recién se empezarán a ver los resultados”, dijo Ilaquiche. Ellos esperan que sus nexos con partidos políticos no influyan en sus calificaciones ni en las fases del proceso.
El ex presidente del Consejo de la Judicatura, Benjamín Cevallos, dijo que no confía en el proceso. Pese a que ha sido crítico del trabajo del Consejo de la Judicatura de Transición, manifestó que decidió postularse porque se considera capacitado para la Corte.
“Ahora quieren comprobar que estamos locos, es normal en un proceso de esta categoría, pero ojalá las preguntas sean tan profesionales como las que se realizan en otros países, si no salgo aprobado no es un proceso transparente”, expresó al entrar al examen.
A las 10:00, Rodríguez declaró inaugurada la fase y a cada aspirante se le entregó un sobre con el folleto y una hoja se respuestas. Las temáticas fueron: familia, entorno, proyección a futuro, sexualidad, racismo, entre otras.
Los primeros en terminar de responder las preguntas salieron luego de una hora y quince minutos. María Medina, representante de El Oro contó que en la prueba se midieron aspectos básicos para conocer la personalidad de los aspirantes. “Deben admitir a personas con rasgos de fuerza, liderazgo, que se preocupe por los demás, que no sea racista… Este concurso hasta el momento ha dado acceso y apertura a gente de provincia, hay personas muy capaces y experimentadas, deben salir los mejores”, concluyó.
En la tarde se realizaron las entrevistas psicológicas clínicas. Una vez finalizadas las entrevistas, expertos analizarán las pruebas en 10 días. Los resultados de los admitidos a la siguiente fase se conocerán a inicios de octubre.