Al menos 13 heridos dejó un motín carcelario en el ex penal García Moreno de Quito, que se desató cuando los internos retuvieron a sus familiares para exigir el cumplimiento de normas sobre rebaja de penas, informaron hoy el gobierno y fuentes médicas.
Los incidentes se iniciaron el miércoles y concluyeron en la madrugada del jueves en el Centro de Rehabilitación Social de Varones, donde los presos “se tomaron las instalaciones” e impidieron la salida de los parientes que los visitaban, según un comunicado del ministerio de Justicia.
Grupos especiales de la Policía ingresaron al penal -donde hay unos 8.000 detenidos- para evacuar a los familiares, desatándose choques en los que resultaron heridos diez presos, un policía y una visitante, dijo a la AFP Christian Rivera, portavoz de un servicio de emergencias de la capital que atendió a los lesionados.
El ministerio reportó otro policía herido.
Ocho de los internos sufrieron “heridas por arma de fuego” y fueron ingresados a centros médicos aledaños a la penitenciaría, precisó Rivera, e indicó que los otros dos presentaban golpes en la cabeza y el policía un corte en la mano.
Otras personas presentaron síntomas de asfixia por gases lacrimógenos que la Policía dispersó durante la refriega, señaló portavoz del Servicio de Ambulancias, Médicos, Urgencias y Rescate (Samur). “La situación en este momento es de normalidad, los guías carcelarios tomaron el control”, añadió.
Familiares de los reclusos denunciaron incumplimientos y retrasos en la aplicación de normas sobre rebaja de penas, y pidieron que las personas privadas de la libertad sean tomadas en cuenta en una reforma al código penal enviada por el gobierno a la Asamblea Legislativa.
Delegados del gobierno mantuvieron diálogos con los líderes de la protesta, sin que se pudieran “concretar acuerdos”, aseguró el ministerio de Justicia, e indicó que “está analizando el mecanismo legal para aplicar debida e igualitariamente el sistema de rebaja de penas”.