Redacción Guayaquil
Hace dos semanas Julio César Palacios sintió los primeros síntomas. El intenso dolor de cabeza, los escalofríos, el malestar general y las náuseas lo obligaron a buscar ayuda. Así, el paciente acudió a un consultorio cercano a su casa en el Guasmo, sur de Guayaquil.
Pero no veía mejoras. “El médico dijo que el malestar pasaría, que era algo viral. Pero resultó que era dengue y paludismo”, cuenta desde una cama en el Hospital de Infectología. Ahí permanece internado desde hace cuatro días, casi siempre conectado a sueros.
Junto a él también se recuperan Alejandro Castro y Víctor Encalada. Todos padecen dengue clásico, por lo que reciben un tratamiento de hidratación y medicación con antitérmicos. Esto durante un lapso de 10 días.
El director técnico del hospital, Alfredo Defilippi, explica que entre enero y febrero esta casa de salud ha registrado 61 casos de dengue, entre ellos, dos de hemorrágico. La mayoría fue dada de alta.
Pero el rápido aumento de las cifras mantiene en alerta a las autoridades de Salud.
“Este año, en el hospital, hay un incremento del 30% de los casos, esto en comparación con 2009”, dice Defilippi.
Para el subsecretario de Salud del Litoral, Marcelo Aguilar, la elevación de cuadros de dengue en las últimas semanas está asociado con los cambios climáticos. “Estamos ante un invierno particular con altas temperaturas, con altos niveles de humedad y lluvias irregulares. Eso crea condiciones de transmisión mayores”.
Agrega que el dengue es una enfermedad viral que tiene ciclos de alta y baja trasmisiones. En los últimos tres años, los reportes fueron bajos. Pero desde enero hay un repunte de 747 contagios hasta ahora en el Litoral. El 50% de los casos es en menores de 14 años.
Uno de los riesgos con la proliferación de mosquitos es la aparición de más cuadros hemorrágicos. Aguilar señala que hay un alto índice de población susceptible. “Si en años anteriores alguien tuvo dengue clásico por un serotipo, en este invierno, con un nuevo serotipo circulando, podrían desarrollar dengue hemorrágico”.
Como medida de control, Raúl Veloz, director del Servicio Nacional de Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores (SNEM), explica que las brigadas de fumigación recorren zonas vulnerables como Bastión, Guasmo y Las Malvinas, en Guayaquil.
Además hay restricciones en la venta de antiinflamatorios, para evitar que los contagios de dengue clásicos se compliquen.