Miami. DPA
Respaldados por un delirante público, los Saints de Nueva Orleans consiguieron, la noche del domingo, el primer título nacional de fútbol americano (o ‘football’).
Esto, tras vencer 31-17 a los favoritos Colts de Indianápolis, en el XLIV Súper Bowl, en Miami.
El Súper Bowl es la gran final de la Liga profesional de ‘football’, que es vista por millones de televidentes en el mundo.
Frente a ese mercado potencial, la cadena CBS (dueña de los derechos de transmisión) cotizó los anuncios publicitarios de 30 segundos en USD 3 millones, o sea USD 100 000 por segundo.
Los Saints, que finalizaron con 13 triunfos y tres reveses en la etapa regular, demostraron en el choque final del torneo los atributos ofensivos que convirtieron a un plantel perdedor un año antes, en el monarca del Súper Bowl.
Comandados por Sean Payton, un exigente estratega que se hizo cargo de la escuadra en 2006, los Saints mostraron un juego audaz, bien cohesionado y con un espíritu de victoria que no cedió ante la ventaja de sus rivales.
Los Colts eran favoritos, pues exhibían dos coronas de Súper Bowl, la última hace tres años, precisamente en el estadio de Miami.
Al conquistar el Súper Bowl , los Saints dieron a Nueva Orleans la gran alegría que la ciudad necesitaba desde que el huracán ‘Katrina’ arrasó la urbe en 2006.
Payton, de 46 años, puede sentirse orgulloso de cambiar la imagen de un equipo que un año antes había terminado con un desastroso récord de solo tres victorias en 16 partidos, el segundo peor en la liga. Pero todo cambió la noche del domingo.
“Payton posee un gran olfato para descubrir las debilidades del rival”, afirmó en un prudente análisis el técnico rival Jim Cadwell horas antes del encuentro.
“Estoy orgulloso de mis jugadores, el crédito es todo suyo” dijo Payton casi a punto de recibir la tradicional cubeta de agua y hielo que se lanza a los directores victoriosos. Formado como entrenador asistente con los Dallas Cowboys, Payton fue contratado por los Saints en enero de 2006, cuando eran recientes las heridas infligidas por ‘Katrina’ y casi no permitían pensar en el deporte.
Andrew ‘Drew’ Brees, el jugador más valioso del partido, dijo que pese a los vaticinios adversos, los jugadores esperaban la victoria. “Sólo confiamos en nosotros”, dijo Brees tras recibir el trofeo.
Drew, de 31 años, ha sido seleccionado cuatro veces al Juego de Estrellas, tres de ellas con los Saints (2006, 2008 y 2009) y otra con los Chargers en 2004. También recibió el reconocimiento como Jugador Ofensivo en 2008.