Rusia asegura que se ha conseguido detener la guerra civil en Siria

Una mujer abraza a su hijo tras resultar heridos en un bombardeo en el barrio de Al Barze en Damasco (Siria) hoy, 20 de febrero de 2017.

Una mujer abraza a su hijo tras resultar heridos en un bombardeo en el barrio de Al Barze en Damasco (Siria) hoy, 20 de febrero de 2017.

Una mujer abraza a su hijo tras resultar heridos en un bombardeo en el barrio de Al Barze en Damasco (Siria) hoy, 20 de febrero de 2017. Foto: EFE

El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, dijo el miércoles 22 de febrero del 2017 que "se ha podido detener, de hecho, la guerra civil en Siria" y agregó que se ha iniciado una etapa de "lucha conjunta contra el terrorismo".

"Como resultado del cese de las acciones militares en vigor desde el 30 de diciembre y que se mantiene en todo el territorio de Siria se ha podido detener, de hecho, la guerra civil", declaró Shoigú durante una intervención ante la Duma o cámara de diputados.

Además, agregó, "se ha evitado la desmembración del Estado sirio" -aunque la minoría kurda ha creado una autonomía en el norte del país- y también "los intentos de revertir desde el exterior el poder legítimamente establecido".

Según fuentes oficiales, más de un centenar de grupos opositores armados que controlaban más de un millar de localidades sirias han secundado la tregua acordada con mediación rusa y turca.
Shoigú subrayó que en Siria se ha iniciado una etapa de "lucha conjunta contra el terrorismo", prioridad que han declarado tanto el presidente de Rusia, Vladímir Putin, como el de EEUU, Donald Trump.

"Se han cumplido los objetivos geopolíticos, se han asestado considerables daños a las organizaciones terroristas en Siria, se han destruido sus mecanismos de financiación y las vías de suministro de recursos", señaló.

Estimó en más de tres mil los terroristas abatidos por la aviación rusa desde el inicio de la intervención hace casi un año y medio, incluido 26 comandantes.

Tras aprobarse la tregua, Rusia y Turquía propusieron celebrar conversaciones entre el régimen de Bachar el Asad y la oposición en Astaná, capital kazaja, donde se acordó la creación de un mecanismo para el control del alto el fuego.

Seguidamente, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, convocó una nueva ronda de negociaciones de paz en Ginebra, estancadas desde abril de 2016.

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