Juliana Segovia, junto a su esposo Edmundo Coral, fueron los gestores del Rincón de la Orquídea. Foto: Ricardo Cabezas/ EL COMERCIO
Edmundo Coral es un enamorado de la naturaleza. Él y su familia son propietarios del Rincón de las Orquídeas, un santuario de esta atractiva planta, ubicado en San Pedro de Huaca, provincia del Carchi, en el norte de Ecuador.
Todo comenzó hace 14 años. Coral trasplantó en el patio de su casa, situada en el cerro Mirador, una orquídea que tenía la forma de una araña. Desde entonces, este campesino se interesó por saber más sobre esta especie dotada de flores de vistosos colores y fragancias.
Durante sus recorridos por diferentes geografías del país, siempre busca nuevas variedades de orquídeas para su colección. Actualmente cuenta con 1 200 especies y 700 híbridos, traídas de Azuay, Carchi, Imbabura, Sucumbíos…
Coral cuenta que con el paso de los años el patio de su casa quedó estrecho. Por eso adquirió un terreno de 900 metros cuadrados, para ampliar el orquideario.
Los vecinos, que en gran mayoría se dedican al cultivo de papas, criticaban a la familia que sembraba helechos y árboles de pumamaqui, olivo, encino, chiquilulo, guanderas… Consideraban que era un desperdicio de tiempo y dinero, rememora Juliana Segovia, esposa de Coral. A la pasión por la naturaleza también se han unido los dos hijos de la pareja.
Aunque el proyecto recibió algunas críticas de los agricultores tradicionales, el sitio ahora es un referente turístico que puede ser visitado. Foto: Ricardo Cabezas/ EL COMERCIO
Los arbustos fueron plantados en columnas que demarcan cinco senderos, en donde hoy florecen las orquídeas y revolotean los pájaros, gracias a que allí encuentran condiciones parecidas a las de su hábitat natural.
Hoy el sitio es similar a un oasis de bosque, en medio de la ciudad. Ahí los niños, jóvenes y adultos pueden adquirir conocimientos en torno a estas plantas de flores casi permanentes. El recorrido dura entre 3 y 4 horas y se hace acompañado de un guía. Tiene un costo de USD 2.
El experto explica, por ejemplo, que hay una variedad llamada antulio, que tiene un pétalo del cual brota una especie de tallo. También odontoglossum, que está formada por cinco pétalos con colores vivos. Otra es la epidendrum, parecida a un racimo de flores… hay muchas otras igual de fascinantes.
Juliana Segovia comenta que hay 24 variedades de dráculas, una flor parecida al mítico personaje de la televisión. “Solo nos falta una especie de estas para tener las 25 que existen en el Carchi”.
Otras flores tienen formas que se asemejan a rostros de monos, perros y personas. Coral construyó cuatro invernaderos para las variedades de orquídea de clima cálido. En el techo colocó una red negra que permite dar sombra. Ahora, El Rincón de las Orquídeas incluso tiene un laboratorio para hacer un seguimiento a la evolución de las plantas.
En el Rincón de las Orquídeas, los visitantes pueden apreciar distintas especies de esta flor en vistosos colores y aromas. Foto: Ricardo Cabezas/ EL COMERCIO
Según Wilson Revelo, morador de San Pedro de Huaca, la iniciativa de la familia Coral-Segovia debería tener apoyo público o privado, porque se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos del cantón Huaca.
Por lo pronto, este espacio sigue atrayendo cada vez a más visitantes y científicos. Segovia calcula que alrededor de 30 visitantes arriban cada semana, pese a que no hay promoción sobre su pequeño paraíso.