Redacción Esmeraldas
El cabo Luis Sangache prepara el almuerzo a pesar del eterno bamboleo de la estación guardacostas móvil (EGM) Lago Cuyabeno. La infraestructura de metal y concreto, de 175 m² y 420 toneladas de peso, parece un edificio de tres pisos que flota a una milla de la playa de Mompiche, en el cantón Muisne, en el sur de la provincia de Esmeraldas.
Adentro, el movimiento pendular marea. Sin embargo, los marineros trabajan con toda normalidad. Sangache, por ejemplo, prepara arroz relleno, como si estuviera en una cocina en tierra. “Los marineros estamos acostumbrados a esto”, dice mientras parece que los peroles se caen al piso, sobre una cocina atada a las paredes con cabos gruesos.
13 personas
es la capacidad de la estación de guardacostas móvil que se instaló en Esmeraldas.
La estación guardacostas Cuyabeno es la segunda que instaló la Armada Nacional frente a las costas del país. La primera, denominada Lago San Pablo, fue fondeada el 24 de julio frente a la isla Santa Clara. Está ubicada a 25 millas de Puerto Bolívar, cerca de la frontera marítima con Perú, para vigilar esta zona estratégica.
La EGM Lago Cuyabeno tiene cuatro anclas, de 2 toneladas cada una, ubicadas a 8 metros de profundidad, en la ensenada de Mompiche. “Estamos más asegurados que un banco”, bromea un marino.
La estación será el centro de apoyo a las naves guardacostas que operan en el sur de Esmeraldas y norte de Manabí. Así lo decidió el Comando de Guardacostas y la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos, comenta el teniente de fragata Hugo Robalino, comandante de la unidad. Asegura que están equipados con una lancha rápida Albatros, que tiene dos motores de 200 HP. Pero la Marina también planea dotar a cada una de las EGM de lanchas interceptoras, para que mejoren el tiempo de respuesta en caso de emergencia.
Las estaciones guardacostas móviles, que poseen tecnología estadounidense, fueron ensambladas en el Comando Guardacostas de la Armada Nacional. Disponen de un sistema de radar y equipos de comunicación de última tecnología (HF, VHF y Satelital), asegura Robalino, mientras observa una pantalla con puntos de colores que revelan el movimiento de las embarcaciones, en un radio de 64 millas.
“Desde este compartimento, ubicado en el tercer piso, se pueden recibir y emitir comunicados inmediatamente al Comando de Operaciones Norte, a la Capitanía del Puerto de Esmeraldas y a la Base de Manta, en caso que nos reporten un desastre en altamar”, señala el oficial.
El tercer piso está dotado además de un dormitorio para los oficiales y de una sala con televisión y video. En la segunda planta están el comedor, el dormitorio de tropa y la cocina, en donde Sangache tiene la última palabra.
El primer piso sirve como bodega y, circunstancialmente, puede ser utilizado como un dormitorio extra. Hay un compartimento más que está sumergido a 1,85 metros. En este lugar se almacena combustible y agua para abastecer a las naves patrulleras que operan en el sector. Tiene capacidad para 10 000 galones de diésel, 3 000 galones de gasolina y
5 000 galones de agua.
Además cuenta con dos generadores eléctricos, una planta desalinizadora de agua de mar (para consumo humano) y de tratamiento de aguas servidas, para evitar la contaminación del océano. “Se ha tratado de dar las mayores comodidades para que el personal se sienta a gusto durante los 22 días que deben permanecer en esta unidad”, dice Robalino. El local tiene capacidad para 13 personas, y tiene provisiones de alimentos para al menos 15 días.
“Aquí se lleva una vida de cuartel, con disciplina y trabajo”, comenta otro uniformado, mientras amarra una lancha a uno de los pilotes del Cuyabeno.
Este muelle flotante forma parte del Plan de Control de la Frontera y del Plan de Soberanía Energética. De esta forma se busca evitar el contrabando de combustible y de precursores químicos.
Está previsto que el próximo año se instalen más unidades de este tipo en toda la frontera.
La zona de Mompiche se ha convertido en un referente turístico, por lo que los habitantes del sector pidieron mayor presencia militar en la zona para garantizar la seguridad y protección.
El alcalde de Muisne, Ángel Bernal, solicitó el apoyo de los militares, especialmente en la zona comprendida entre Punta Galeras y San Francisco. “Aquí hay muchas familias de pescadores que aún lloran a sus parientes asesinados por los piratas”, dijo.
Incluso esta semana se inauguró un hotel de la cadena Decameron, que albergará a turistas de todo el continente.
Nuevas unidades
Una nueva estación guardacostas móvil (EGM) , llamada Laguna Yahuarcocha, se instalará en El Matal, en la provincia de Manabí, según se ha establecido
en los planes del Cuerpo de Guardacostas.
Una de las ventajas de las estaciones de guardacostas es que pueden ser removidas y reubicadas en diferentes sitios, de acuerdo con los requerimientos para la lucha contra la delincuencia en el país. Incluso contra los grupos armados de Colombia.
Las estaciones móviles también podrán asistir técnicamente a las embarcaciones que sufran desperfectos, ya que cuentan con herramientas mecánicas.