Técnicos del a Geofísico monitorean sus equipos 24 horas al día. Foto: Diego Bravo / EL COMERCIO
La actividad sísmica en la costa norte del Ecuador es persistente luego del terremoto que afectó a las provincias de Manabí y Esmeraldas. El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG) registró 25 réplicas en lo que va de este jueves 28 de abril del 2016.
Los sismos oscilaron entre 2 y 4,6 grados de magnitud. El más fuerte ocurrió, a las 05:33, frente a la playa de Canoa (Manabí), indicó Gabriela Ponce, del área de Sismología del IG. “Van 1 034 réplicas desde el 16 de abril (día en la que se dio el terremoto) hasta hoy”.
“No podemos dar una fecha exacta de cuándo va a parar (la actividad sísmica). Se ve que hay una disminución de la tasa de sismicidad, lo cual implica una reducción del número de réplicas por día”, manifestó Ponce.
En las oficinas del IG, un grupo de expertos monitorea de forma permanente, todos los días, lo que ocurre en las costas ecuatorianas. Ponce indicó que luego del terremoto, la semana pasada, 17 estaciones con equipos para monitorear temblores fueron trasladados a las zonas afectadas para investigar lo que ocurre. Estos registran las ondas y lo que pasa tras los sismos.
“Fueron ubicadas en sitios estratégicos para evitar robos. Algunos se encuentran en casas, haciendas o lugares donde no se los pueden llevar. Ya se han dado casos de que se han sustraído los paneles solares o las baterías de los aparatos”, precisó la funcionaria.
Añadió que cuando hay un sismo grande, luego se reportan réplicas más pequeñas. “Por eso es que, cuando hay uno de seis grados de magnitud, habrá otros de cuatro o cinco muy seguidos. Eso es muy común, lo que pasa siempre”.