En la antigua India nació este tipo de masaje ayurvédico –la Ayurveda es la milenaria “ciencia de la vida”– y consiste en la aplicación de pequeños envoltorios de tela que contienen sustancias aromáticas y medicinales, denominados ‘pindas’. Estas compresas se calientan al vapor y en contacto con la piel, que antes ha sido preparada con aceite, transmiten las propiedades de las sustancias que contienen en su interior y crean un efecto relajante. Esta técnica aún se practica; como es el caso de la marca europea Bruno Vassari que ha recuperado el masaje pindas para potenciar las propiedades curativas y relajantes de la uva, ya que esta fruta es rica en polifenoles, que entre otros beneficios, combate la aparición de líneas de expresión con sus propiedades antioxidantes.
PASO A PASO
1.- RELAJACIÓN. Con toallas calientes, Sandra Llerena, de Medispa, realiza un masaje en la parte posterior del cuello y en la cabeza, para liberar la tensión acumulada.
2.- ACEITE. En la piel se aplica un aceite vegetal, que en este caso también es de uva. Este también debe calentarse, cuidando que la temperatura sea adecuada.
3.- PINDAS. Mediante la destilación de la uva, se obtiene una materia sólida que se coloca al interior de las bolsitas de tela, anudadas con hilo en la parte superior.
4.- MASAJE. Las compresas se calientan al vapor y con ellas se realizan masajes sobre la piel. Al contacto con el aceite vegetal, las compresas transmiten las propiedades curativas y relajantes de la uva.
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