Rafael Correa estuvo acompañado de su exasesor jurídico, Alexis Mera, despúes de rendir su versión sobre los contratos de petróleo con China. Foto: EFE
El expresidente Rafael Correa acudió hoy lunes 5 de febrero del 2018 a la Fiscalía de Guayaquil a donde había sido convocado para dar su versión “libre y voluntaria” en las investigaciones del llamado caso Petrochina, sobre un posible perjuicio al Estado en la venta anticipada de petróleo a China.
El exjefe de Estado entre 2007 y 2017, tildó este lunes de “persecución política” la investigación en proceso sobre la venta anticipada de petróleo a China durante su gestión, que terminó en mayo pasado.
En una rueda de prensa tras rendir su testimonio, Correa indicó que en 2010 aprobó una operación que consideró beneficiosa para el país, de la que dijo desconocer detalles de, por ejemplo, costes de fletes, de lo que se encargaba su equipo técnico, del que, apuntó, no tenía por qué desconfiar.
El pasado 25 de enero, en este caso testificaron el empresario Enrique Cadena, desde México, y Fernando Villavicencio.
Este último sostiene que el Estado ecuatoriano fue presuntamente perjudicado en USD 2 200 millones por la suscripción de contratos con China y Tailandia a través de alianzas estratégicas, algo que rechaza Correa, quien hoy dijo que la denuncia contiene “gravísimos errores”.
El exmandatario, quien fue respaldado por seguidores en el exterior de la Fiscalía, así como el rechazo de opositores, defendió la importancia de la alianza estratégica con China, una nación que tiene financiación mientras Ecuador tiene hidrocarburos, señaló.
El exmandatario, acompañado por el exsecretario jurídico de su Presidencia Alexis Mera, dijo que “en el caso Petrochina, firmé una sola petición en 2010, sin embargo el denunciólogo Villavicencio afirma que lo hice hasta 2016, queda claro que es mentira (…) no hay ninguna responsabilidad de mi parte. Solo aprobé una preventa en 2010. Solo buscan meter preso a Correa”.
Al recibir preguntas de los periodistas sobre la consulta popular, que se celebró el domingo 4 de febrero, manifestó: “me molesta la doble moral, que rompan la Constitución. Están haciendo una ley retroactiva, (…) y se acabó la seguridad jurídica”.
En ese momento se refirió a la pregunta sobre la reelección indefinida. “Yo no quiero participar en nada. Por lo pronto no quiero participar en nada. Lo que menos me interesa es la reelección (…) Yo vine a luchar por la pregunta 3, que es un golpe de Estado. En un año se nos van a llevar 150 autoridades de control, incluido Corte Constitucional, entre Bucaram, Gustavo Larrea, los socialcristianos…”.
Rafael Correa añadió: “eso es arrogación de funciones. El Presidente debería estar enjuiciado políticamente y judicialmente (por convocatoria a la consulta popular). Hay dos preguntas gravemente inconstitucionales en su contenido” (2 y 3).
Llegada del expresidente Rafael Correa a la Fiscalía del Guayas para rendir su versión en el caso Petrochina. Foto: API
Por otra parte, se refirió a una segunda declaración hoy en Fiscalía respecto a unos comentarios realizados en días anteriores sobre el atentado con coche bomba ocurrido el 27 de enero en la provincia de Esmeraldas, que dejó 28 heridos leves y daños materiales.
Correa recordó que en una entrevista tras el atentado, reveló que un conocido suyo lo contactó para indicarle que el hecho no estaba relacionado con él, que dos días antes había visitado la zona con motivo de la campaña electoral de cara a la celebración de la consulta popular de ayer.
Su amigo le dijo que el atentado parecía ser un tema vinculado con el narcotráfico, con un disidente de las FARC, que “pusieron un carro bomba y avisaron a la gente para que salga porque si no” había “decenas de muertos”, relató al recordar que le comentó que no tenía relación con él.
Correa, que tras entregar el poder se fue a vivir a Bélgica, de donde es oriunda su esposa, y que ha defendido la transparencia en los contratos en su administración, regresó a Ecuador para hacer campaña por el no en la consulta popular de ayer, en el que según el 98% escrutado se ha consolidado el triunfo del sí.