Por dos semanas consecutivas, el presidente Rafael Correa no ha estado en los enlaces ciudadanos de los sábados. Tampoco ha estado presente en las otras actividades públicas que normalmente realiza cada semana, como el último cambio de mando, el lunes. Tampoco convocó a un conversatorio con los medios de comunicación, como hace los martes.
Sí estuvo en otros actos. El martes 1 apareció en la Plaza Grande, en una concentración para apoyar la Ley de Aguas. Dos días después, presidió un gabinete del sector de Desarrollo Social, que se realizó en el Ministerio del Deporte, en el norte de Quito.
También acompañó el viernes pasado a la comunidad colombiana en Ecuador durante el partido Colombia-Brasil, por el Mundial de Fútbol.
Ayer recibió en Carondelet al primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves. Además de la reunión entre los mandatarios, el Premier recibió una condecoración y compartió un almuerzo con la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira.
Pero, a pesar de que el Mandatario ha hecho estas apariciones públicas, su perfil ha bajado en estas últimas semanas. Sobre todo llama la atención que las actividades que tradicionalmente realiza todas las semanas estén suspendidas desde el 28 de junio .
Ese día, el vicepresidente Jorge Glas le sustituyó en la sabatina. Dijo que el Primer Mandatario tenía un “compromiso familiar inamovible”. Una semana después, en el siguiente enlace ciudadano, Glas aseguró que Correa tenía “compromisos realmente importantes con su familia” y que por eso
lo reemplazó.
El Vicepresidente también estuvo a cargo del cambio de guardia en Carondelet el lunes, donde estuvo acompañando del expresidente de Panamá, Martín Torrijos.
En el Palacio de Gobierno se dijo que, como lo dijo Glas, el Mandatario se ha dedicado en estas semanas a asuntos familiares, después de que concluyera el año lectivo y sus dos hijos menores, Anne Dominique y Miguel, que viven en el país, terminaran clases.
Por ese mismo motivo, Correa tiene previsto salir de vacaciones en nueve días. Los últimos eventos en los que participará serán entre el 15 y el 17 de julio próximos en Brasilia.
Allí se desarrollará una reunión entre los miembros de la Unasur y los del grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y una cita entre jefes de Estado y de Gobierno de China, Brasil y el Cuarteto de la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac).
Las vacaciones de Correa durarán 15 días; no se ha confirmado su destino. Antes de dejar el cargo, deberá notificar a la Asamblea Nacional.
Durante ese tiempo, Glas nuevamente reemplazará al Presidente en las sabatinas. Aunque está previsto que Correa sí presida la de este sábado.
El Vicepresidente inicia hoy una visita oficial en Cuba, donde se reunirá con su homólogo, Miguel Díaz-Canel. Según un comunicado, en la cita se busca conocer más sobre la industria farmacéutica y el manejo de los recursos estratégicos.
La cita con Gonsalves
El encuentro de ayer se dio después de dos semanas en las que el presidente Correa mantuvo un perfil bajo. Un de los principales temas que se trató en la reunión fueron las reformas que impulsa Ecuador al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH).
“Compartimos la perspectiva del Gobierno ecuatoriano de la necesidad y el deseo de reformar la Organización de Estados Americanos y también el SIDH”, indicó Gonsalves.
Según dijo Correa, hace falta que el Sistema pueda determinar responsabilidades en la violación de derechos humanos en manos de empresas transnacionales, que hacen “prevalecer al lucro”.
Ecuador además impulsa otros cambios en el SIDH, como el cambio de sede, actualmente en Washington, EE.UU.
En la cita de ayer, Correa además se comprometió a construir cuatro puentes en San Vicente y las Granadinas, país isleño ubicado al norte de Venezuela, que fueron destruidos por una fuerte tormenta que azotó a ese país en diciembre.
El Mandatario ecuatoriano anunció también su interés en negociar un acuerdo comercial con la Comunidad del Caribe, con el apoyo de Gonsalves.