A partir de las 11:30, las calles cercanas a los recintos electorales del norte de la ciudad se congestionaron. En las inmediaciones del Colegio Luciano Andrade Marín, el tránsito vehicular fue lento.
Hubo embotellamientos en la avenida Mariscal Sucre, pues los vehículos se estacionaron sobre las veredas. Además, las ventas ambulantes colmaron las inmediaciones del plantel educativo. Cerca de 35 puestos de comida se colocaron sobre las vías y aceras.
Rosa Pasto, de 37 años, llegó al lugar a trabajar a las 09:30. Trajo cerca de 150 plátanos para asarlos y venderlos. Desde hace 10 años su rutina es la misma en elecciones. Dice que con los ingresos extra puede comprar ropa para sus hijas y alimento. La mayor cantidad de clientes llegaron a partir de las 12:00.
Hubo venta de chochos, mote, fritada, hornado, helados y más.
Algo similar ocurrió en la avenida De la Prensa, entre Cotocollao y El Condado. En la vía se encontraban tres recintos electorales: el Colegio Andrés Bello, la Escuela Sixto Durán Ballén, y el Centro del Muchacho Trabajador. A las 14:00, las personas llegaban por docenas y las veredas fueron copadas por la gente.