El pequeño Alejandro estaba sentado sobre una maleta grande. Tenía dos más a su alrededor. En sus brazos cargaba a un perro negro pequeño y le daba agua con un biberón. De vez en cuando probaba un poco también. Esperaba que volviera su padre, quien estaba en la larga fila para conseguir boletos para ir a Santo Domingo, en la Terminal Terrestre Quitumbe.
Allí, ayer, también estaba José Jiménez, quien llevaba esperando por un cupo por tres horas. Estaba ansioso por viajar para visitar a sus familiares.
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La Policía Nacional organizó el proceso para sumar al menos un bus cada hora a los turnos regulares, para que la gente pudiera llegar a Santo Domingo. El teniente Edwin Vique participó en este operativo. Reunía grupos de acuerdo con la capacidad de cada bus. “Estamos controlando a las cooperativas que venden boletos sin poner la hora y que hacen esperar mucho a la gente”, dijo.
Quienes no pudieron comprar un pasaje con anticipación se resignaron a esperar la salida de sus buses. Jimmy Bravo llegó a Quitumbe, con su esposa y su hijo, a las 12:00 y consiguió un boleto para Chone, para las 18:20.
En las ventanillas de agencias como Panamericana o Transportes Ecuador no hubo atención ayer. Había anuncios como este: “No hay pasajes para hoy. Pasajes únicamente para el domingo”. En otras, como Santa, un representante informó que las unidades no abastecían. La Policía controlaba que los vehículos salieran con lista de pasajeros.